(ZENIT – 18 nov. 2018).- Francisco he pedido a los fieles presentes en el Ángelus, este mediodía del domingo, 18 de noviembre de 2018, oraciones por los heridos y difuntos en un campo de desplazados en la República Centroafricana, donde también murieron dos sacerdotes.
Así lo ha expresado el Papa esta mañana, tras rezar la oración mariana desde el balcón del Palacio Apostólico, delante de 30.000 visitantes y peregrinos, procedentes de Italia y de otros lugares del mundo.
Se trata de un ataque contra la diócesis y la catedral del Sagrado Corazón de Alindao, en el centro sur de República Centroafricana, donde han asesinado a decenas de refugiados, la mayoría cristianos, entre ellos el Vicario General, P. Blaise Mada, y otro sacerdote que podría ser el P. Célestin Ngoumbango, de la parroquia de Mingala.
El Papa ha revelado que el pueblo centroafricano es muy querido por él, tras su visita al país en 2015, donde abrió la primera puerta santa en el Año de la Misericordia, y visitó también Kenia y Uganda. «A este pueblo expreso toda mi cercanía y mi amor», ha anunciado.
Asimismo, el Pontífice ha mencionado a los afectados por los incendios que asolan California, y las víctimas de las heladas en la Costa Este de los Estados Unidos. «Que el Señor acoja en su paz a los difuntos, consuele a sus familiares y sostenga los que se dedican a socorrer» ha señalado.
Igualmente, Francisco no ha querido dejar de saludar de modo particular a los peregrinos de Union City y Brooklyn, a los de Puerto Rico, con el Obispo de Ponce, y al grupo de sacerdotes de Campaña en Brasil con su obispo, a la Confederación Italiana de ex alumnos de las escuelas católicas, a los fieles de Crotone y al Coro de Roncegno Terme.
Aquí está la transcripción en español, realizada por la redacción de Zenit, de las palabras del Santo Padre tras rezar el Ángelus.
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Palabras del Papa después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres he celebrado esta mañana en la Basílica de San Pedro una Misa en presencia de los pobres, acompañados de asociaciones y grupos parroquiales. Dentro de poco participaré en un almuerzo, en el aula Pablo VI, con muchas personas indigentes.
Iguales iniciativas de oración y de compartir se han promovido en diferentes diócesis del mundo para expresar la cercanía de la comunidad cristiana a los que viven en condiciones de pobreza.
Esta Jornada, en la que participan cada vez más parroquias, asociaciones y movimientos eclesiales, quiere ser un signo de esperanza y un estímulo para convertirse en instrumento de misericordia en el tejido social.
Con dolor he recibido la noticia de la masacre que tuvo lugar hace dos días en un campo de desplazados en la República Centroafricana, donde también murieron dos sacerdotes. A este pueblo, a quien quiero tanto, donde abrí la primera puerta santa en el Año de la Misericordia, expreso toda mi cercanía y mi amor.
Oremos por los muertos y heridos, para que cese toda violencia en ese país amado que tanto necesita la paz. Oremos juntos a la Virgen.
Ave María
Una oración especial también para los afectados por los incendios que asolan California. Y ahora también para las víctimas de las heladas en la Costa Este de los Estados Unidos. Que el Señor acoja en su paz a los difuntos, consuele a sus familiares y sostenga los que se dedican a socorrer.
Y ahora les saludo a ustedes, familias, parroquias, asociaciones y fieles individuales que han venido de Italia y de muchas partes del mundo. En particular saludo a los peregrinos de Union City y Brooklyn.
A los de Puerto Rico, con el Obispo de Ponce y al grupo de sacerdotes de Campaña en Brasil con su obispo, así como los que lo acompañan a los santuarios marianos de todo el mundo, a la Confederación Italiana de ex alumnos de las escuelas católicas, a los fieles de Crotone y al Coro de Roncegno Terme.
Les deseo a todos un feliz domingo, y por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Feliz almuerzo y hasta la vista!
Fieles en la Plaza de San Pedro se unen al Papa para rezar el Ángelus. Captura de pantalla
República Centroafricana: Oración del Papa por la "masacre" en Alindao
Palabras del Papa después de rezar el Ángelus