(ZENIT – 7 abril 2019).- El Santo Padre ha visitado este 5º Domingo de Cuaresma, una visita pastoral a la parroquia romana de San Giulio en Monteverde, en el sector oeste de la Diócesis de Roma, al final de las obras de consolidación, después de que la comunidad parroquial haya pasado tres años en una estructura de tracción debido al colapso de un piso.
A las 15:45 horas, a su llegada, el Papa ha sido recibido por el cardenal vicario Angelo De Donatis; Por el Obispo Auxiliar del sector Oeste, el arzobispo Paolo Selvadagi; del párroco, padre Dario Frattini; y del padre Rinaldo Guarisco, Superior General de los Cánones Regulares de la Inmaculada Concepción, a quien se confía el cuidado de la parroquia.
Antes de la Santa Misa, el Papa Francisco se reunió con los enfermos en una habitación en la planta baja y, después de ascender en el piso superior, en la rectoría, saludó a los que contribuyeron a la creación del Pesebre Viviente, creada por los fieles de San Giulio en Porta Asinaria con el objetivo de recaudar fondos para las obras.
Posteriormente, el Santo Padre se ha encontrado con los recién casados y con los que asisten a los cursos de preparación para el matrimonio; ha saludado a los voluntarios y a los que reciben ayuda de Caritas: entre ellos, cuatro personas sin hogar que la parroquia recibió durante la emergencia del frio.
Inmediatamente después, en el oratorio, el Papa se ha reunido con los miembros de la oficina de estudios religiosos del Vicariato de Roma, con la empresa que realizó el trabajo de reconstrucción y consolidación y con todos los trabajadores.
En la estructura de tracción que ha acogido a los fieles durante el trabajo, lo esperaban niños y niñas que se preparan para la Comunión y la Confirmación, junto con las familias de los niños que han recibido o están a punto de recibir el Bautismo. Finalmente, ha saludado a los sacerdotes de la comunidad y ha administrado el Sacramento de la Reconciliación a algunos fieles.
A las 17:30 horas, el Santo Padre presidido la celebración de la Santa Misa en la iglesia parroquial renovada, con el ritual de dedicación del altar. Después de la proclamación del Evangelio, el Papa pronunciado la homilía. Al final de la visita, el Santo Padre ha regresado al Vaticano.