(ZENIT – 10 abril 2019).- El Papa Francisco ha recordado hoy en la Audiencia general que «ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado” y que “basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro”.
En la audiencia de este miércoles, 10 de abril de 2019, el Santo Padre ha dedicado la catequesis a la petición del Padre nuestro que dice: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y se ha leído el evangelio de san Juan (8,31-42).
En estas fechas cercanas la Semana Santa, el Papa anima a mirar a la cruz como una forma de comprobar que el amor que Dios nos tiene será eternamente mayor que el que nosotros le ofrezcamos. Durante la catequesis, el Pontífice ha resaltado cómo en todas las oraciones del cristiano se realiza una petición de perdón, para ser conscientes de que siempre seremos deudores de Dios.
Todo lo hemos recibido
Dada esta condición de deudores, el Papa considera que la soberbia es la actitud más negativa en la vida cristiana: “se arraiga en el corazón sin que muchas veces nos demos cuenta, e incluso afecta a las personas que llevan una intensa vida religiosa. Nos hace creer que somos mejores que los demás, casi semejantes a Dios, amenazando así con romper la fraternidad”.
Tenemos una deuda de amor con el Señor porque todo lo que tenemos lo hemos recibido de Él. El Papa ha explicado que nuestra existencia es como un “mysterium lunae” porque igual que la luna refleja la luz del sol, nosotros contamos con una luz que no es propia, sino proporcionada por Dios.
Hemos sido amados antes
Fruto de esa existencia recibida “si amamos es porque hemos sido amados antes; si perdonamos es porque antes hemos sido perdonados. Y en esta cadena de amor que nos precede reconocemos la presencia providente de Dios que nos ama”, dice el Pontífice.