Conferencia del Apollinaire Cibaka Cikongo © Universidad Santo Tomás

Universidad Santo Tomás: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?» – Congreso «Católicos y Vida Pública»

“Iglesia en búsqueda de los que sufren”

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La jornada de reflexión y conversación, que fue inaugurada por la Rectora Nacional UST, María Olivia Recart, tuvo como invitado central al padre congoleño Apollinaire Cibaka Cikongo, quien se refirió a su labor evangelizadora y de ayuda humanitaria en el país africano.

Tras la Santa Misa celebrada por Monseñor Celestino Aós, recientemente designado Administrador Apostólico de Santiago, la Universidad de Santo Tomás inauguró en su sede de Santiago la 15ª versión del Congreso «Católicos y Vida Pública», que este año tuvo como lema: “Iglesia, pueblo de Dios en salida hacia los que sufren. ¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.

En presencia de autoridades académicas y directivas y de representantes de organizaciones católicas, este Congreso fue inaugurado por la Rectora Nacional de Universidad Santo Tomás, María Olivia Recart, quien, en su alocución, valoró la realización de esta tradicional iniciativa evangelizadora. “Esta actividad es especialmente importante para nosotros y está en el núcleo de estos congresos: compartir con los otros lo vivido y lo contemplado. La manera tomista y católica de abordar la búsqueda de la verdad, que guía a nuestra universidad, sigue inspirando año a año este congreso”, enfatizó.

En esta misma línea, la máxima autoridad UST destacó líneas de acción claves en el quehacer institucional y que se desprenden de la realización del congreso: el trabajo de formación integral orientado a los estudiantes y la innovación social como parte de la Vinculación con el Medio, “que permite realizar acciones concretas que van en beneficio directo de las personas”, manifestó la autoridad.

En tanto, la Directora Ejecutiva del Congreso Católicos y Vida Pública y Directora Nacional de Formación e Identidad de Santo Tomás, Esther Gómez de Pedro, resaltó que “hablar de 15 no es hablar de uno ni de dos congresos. Son varios los años que llevamos organizando esta iniciativa y hay detrás una historia y una trayectoria. Y que este congreso haya crecido y se haya desarrollado con el paso del tiempo, habla de su vitalidad”, expuso. “Nuestro desafío hoy”, apuntó, “es presentar la belleza de la Iglesia en acciones y vivencias que, desde el amor a Cristo, ayudan a los que sufren”.

Similar opinión manifestó Rafael Sánchez Saus, Director del Congreso de Católicos y Vida Pública de España, quien recalcó el espíritu de “unión y fraternidad inmersos en estos congresos para conocer distintas realidades católicas y ayudarnos unos a otros en nuestros diferentes empeños apostólicos y también para el lanzamiento de iniciativas conjuntas de evangelización”.

Experiencia de vida en el Congo

Posteriormente, y en uno de los momentos más motivadores de la jornada, el sacerdote congoleño Apollinaire Cibaka Cikongo contó a los presentes su historia de vida y cómo, a través de su labor evangelizadora, ayuda al desarrollo de la República Democrática del Congo, uno de los países con mayores índices de pobreza en el continente africano, pese a la riqueza de sus recursos naturales.

En una distendida conversación con la periodista de «Ayuda a la Iglesia que Sufre», Magdalena Lira, el padre Cibaka confesó trabajar para “hacer frente a los problemas que tiene nuestro país. Y la primera labor que realizamos es la evangelización. Porque, si queremos salvar a África, la primera cosa que tenemos que dar a África es Dios. No otra cosa. Por ahí empieza el cambio. No es la comida, no los bienes materiales, lo que África necesita es Dios”, enfatizó.

Asimismo, el sacerdote aseguró que, gracias a la ayuda de diferentes organizaciones católicas -mayoritariamente de España- ha podido ayudar en el Congo a la escolarización de niños y niñas, a la cosecha y recolección de alimentos, la construcción de viviendas y hospitales y otras acciones de características humanitarias, “que es lo que más hace falta en mi país”, dijo.

En tanto, durante la jornada de la tarde, destacó la presentación “Madagascar a la vuelta de la esquina”, que estuvo a cargo de Gastón Vigo, fundador de «Akamasoa Argentina», una organización que busca erradicar la extrema pobreza en dicho país, inspirada en la obra del Padre Pedro Opeka en Madagascar, quien logró crear una ciudad para las familias más pobres de esa nación que hace 50 años vivían en medio de basurales. Su amor a Cristo le mueve a servirle en todos sus hermanos.

«El rostro joven de la Iglesia ante los que sufren”

Por otro lado, la actividad contempló el desarrollo de dos mesas de conversación durante la jornada. La primera de ellas se tituló “El rostro joven de la Iglesia ante los que sufren”, que contó con la presencia de Evangelina Musante, líder del Proyecto Innovación Social de Santo Tomás Temuco “Adultos Conectados #Prende y Aprende”, el cual se dedica a atender las problemáticas de soledad y dificultad frente al uso de la tecnología de un grupo de adultos mayores de la comuna de Padre Las Casas, en conjunto con estudiantes de distintas carreras de la sede, que tanto se enriquecen.

También participaron en esta mesa Beatriz Jiménez, estudiante de periodismo de la Universidad de Navarra y creadora del documental “Faraway land”, que muestra la situación de personas que han tenido que huir de Siria y Afganistán desde la perspectiva del encuentro y la fe; Raúl Sepúlveda, estudiante y voluntario de Santo Tomás, y Francisco Elorrieta, Director de la Pastoral UC. La moderación del panel estuvo a cargo de Enrique Astudillo, Periodista de la UST, quien trabaja actualmente en el Departamento de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago.

«Cárcel y precariedad extrema»

La segunda mesa estuvo moderada por el reconocido periodista Iván Valenzuela y se denominó “Hacia los que sufren: cárcel y precariedad extrema”, donde destacó la participación de la Hermana Nelly León, capellana de la cárcel femenina de San Joaquín y quien recibió al Papa Francisco el año pasado en su visita a dicho recinto. A ella se sumaron Patricia Beltrán, fundadora de la Fundación Betania Acoge, dirigida a mujeres de Valparaíso que viven vulnerabilidad social extrema; Kristian Briones, de la Fundación Dimas para ayudar a los que, como él, han vivido la cárcel y quieren rehacer su vida, y Roman de Chativieaux, creador de la Fundación Misericordia, que comparte y misiona con su familia en La Pincoya mostrando así la misericordia de Dios.

Desde Pedro Aguirre Cerda, la orquesta de niños del colegio Arcángel Gabriel dio un cierre musical y muy vibrante a la jornada, tras la que los asistentes, presencialmente o por streaming, salieron con la tarea de “consolar a los que lloran”, no sólo compartiendo su sufrimiento sino ayudando a superarlo.

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Redacción zenit

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