(ZENIT – 8 julio 2019).- Ayer, 7 de julio de 2019, comenzó la CXII Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Se trata de un evento en el que los obispos del país se reúnen para reflexionar sobre la acción pastoral de la Iglesia en Venezuela.
La asamblea se inició con una Adoración Eucarística, presidida por Mons. Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal y primer vicepresidente de la CEV, donde se meditó sobre el papel de los pastores para el Pueblo de Dios en Venezuela. “Al iniciar nuestra CXII Asamblea Episcopal, este salmo (23) nos ayuda a recordar cuál y cómo debe ser nuestra tarea en medio de un pueblo que continúa siendo golpeado por la crisis. Ciertamente que la acción de la Iglesia dentro del marco de su misión evangelizadora es muy compleja. Pero, no se debe dejar a un lado ni echar al olvido la actitud con la que debemos animar la acción de la Iglesia en Venezuela”
Posteriormente, en el auditorio de la UCAB, Mons. José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana dirigió las palabras de apertura de instalación de la CXII Asamblea CEV. Su discurso estuvo dividido en dos partes fundamentales: el ámbito eclesial y el ámbito socio-político del país.
Ámbito eclesial
Mons. Azuaje resaltó la importancia que tienen los jóvenes para el futuro de la Iglesia y la sociedad, y el deber de alentarlos a no perder la esperanza pues “esta Venezuela les pertenece”. Además, reconoció que “la Iglesia no es perfecta, y, por tanto, pide perdón por las infidelidades de sus miembros, más cuando se trata de ministros ordenados”. Este es uno de los temas de reflexión durante la asamblea, pues el interés radica en formar sacerdotes integrales que den verdadero testimonio de Cristo.
En el marco de esta asamblea, destacó la presencia de Mons. Jorge Patrón Wong, secretario para los seminarios de la Congregación del Clero, cuyo objeto es “reflexionar y puntualizar aquellos aspectos y elementos de importancia en la formación de los futuros sacerdotes”.
Ámbito socio-político
En cuanto al país, el Presidente de la CEV resumió los primeros seis meses del año del curso, describiendo las situaciones que han agravado considerablemente las condiciones de vida de los venezolanos: el colapso sistemático de los servicios públicos, el aumento de la violencia, el incremento de la diáspora y la implantación de un nuevo paquete económico. Estos aspectos son, en síntesis, el resultado de la pérdida del rumbo democrático en un Estado sin límites institucionales.
Tras todo lo expuesto, Mons. Azuaje instó “a los hijos e hijas de la Iglesia a saber sintetizar las responsabilidades cotidianas con la vida de fe, comprometiéndose cada día en la búsqueda de una sociedad que de oportunidades de un desarrollo humano integral”.
Asimismo, exhortó a mantener la esperanza ante las dificultades “siendo conscientes de que todo cambio importante cuesta, al ser tantas veces una lucha entre el bien y el mal” y afirmó que “la Iglesia seguirá permaneciendo al lado del pueblo, principalmente al lado de los que más sufren, de los más vulnerables”.