(ZENIT – 9 julio 2019).- El cardenal Jaime Ortega y Alamino sigue «estable» y “ha participado” en la Santa Misa de ayer.
Así ha informado Mons. Juan de la C. García, arzobispo de La Habana, en una nota publicada hoy, 9 de julio de 2019, por la Revista de la Archidiócesis de La Habana, Palabra Nueva, a través de su cuenta de Facebook.
El cardenal Jaime Ortega Alamino, quien durante muchos años fue arzobispo de La Habana, tiene 82 años y se encuentra en estado de salud grave debido a un cáncer.
El escrito, dirigido “a todos los amigos del cardenal Jaime L. Ortega Alamino”, especifica que este ha recibido la Comunión, “como ha sido habitual en todos los días de su enfermedad” y agradece las oraciones de todos aquellos que rezan por él.
Previamente, el pasado 5 de julio, el arzobispo de La Habana había comunicado de igual manera que el estado del cardenal era “estable en el orden clínico y su patología de base no ha sufrido modificación alguna”. Asimismo, recordó que su pronóstico es reservado y que el Arzobispado de La Habana es la única institución autorizada para hablar sobre su estado de salud.
El pasado mes de junio, según informó Palabra Nueva, el cardenal Jaime Ortega recibió la Distinción “Mons. Carlos Manuel de Céspedes” por parte de la Comisión de Cultura de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Durante el acto, Gustavo Andújar, ex presidente de SIGNIS Mundial, pronunció unas palabras de elogio para el purpurado, que “a fuerza de entregarse sin reservas a su servicio como pastor, ha dejado una huella luminosa e inspiradora, como pocas, en nuestra historia como Iglesia y como país”.
En él se destacó también el interés del cardenal por fomentar el arte “como alimento del espíritu y camino hacia Dios” y el cuidado por los detalles que demostró a la hora de promover las remodelaciones y restauraciones realizadas en los templos y las obras artísticas de la Archidiócesis de La Habana, así como “su minuciosa atención a la liturgia”.
Igualmente, en el discurso se mencionó “su labor constante, no bien recibida siempre por todos, en pro de la imprescindible reconciliación entre cubanos” y cómo este pastor de la Iglesia de Cuba supo soportar con paciencia el rechazo de algunos porque asumió que ello forma parte de “dar la vida por las ovejas”.