(ZENIT- 23 julio 2019).- La Comisión Nacional para la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, junto con los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, se unen a la alegría de las familias que, “con gozo y cariño, reciben a sus seres queridos privados de libertad y que han sido beneficiados del indulto otorgado por el Consejo de Estado de la República de Cuba a 2.604 personas (…)».
Así informó, el pasado 20 de julio, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, en una nota de prensa firmada por Mons. Enrique Serpa Pérez, obispo emérito de Pinar del Río y presidente de la citada Comisión.
Efectivamente, tal y como indica la agencia de noticias Fides, conforme a la nueva Constitución de la República que favorece la reintegración social de los encarcelados, el Consejo de Estado de Cuba ha otorgado recientemente una amnistía destinada a aquellos presos que han demostrado buen comportamiento.
Igualmente, se ha considerado el tiempo cumplido de las penas, los hechos por los que fueron condenados, la edad y las enfermedades que algunos de ellos presentan.
Las personas que se han beneficiado especialmente de estos indultos son las mujeres, los jóvenes y los mayores. Asimismo, en todos los casos, los individuos han cumplido como mínimo un tercio de su condena.
La nota de la Comisión del episcopado señala que este indulto es «un gesto humanitario de misericordia” en sí mismo, y manifiesta que dicha misericordia es “superior a la animosidad», favoreciendo «la reinserción en la sociedad de las personas beneficiadas y una mejor convivencia social”.
Todo ello, recuerdan, conforme a las enseñanzas del Papa Francisco “con ocasión del Año de la Misericordia y su visita a nuestro país (…)» en el año 2015 como “Peregrino de la Misericordia”.
Por otra parte, el texto anima “a las comunidades a una mayor sensibilidad y apoyo con esta acción específica de la pastoral penitenciaria sustentada en la enseñanza de Jesús (…)”.
Asimismo, los obispos católicos de Cuba solicitan súplicas con el fin de que “continúe realizándose un análisis periódico de situaciones particulares, que permitan este tipo de decisión en beneficio de aquellos que puedan reinsertarse a la habitual vida ciudadana”.
Finalmente, encomiendan a la Virgen de la Caridad, “madre de todos los cubanos, a los indultados y a cuantos se alegran con su regreso al hogar” y piden la protección maternal de la misma “sobre quienes permanecen sin libertad y sus familias”.