(ZENIT – 30 julio 2019).- Tras la celebración del Encuentro Nacional de Laicos, como conclusión del mismo, se presentó un documento que contiene un plan orgánico de formación y organización del laicado colombiano.
La Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Comisión Episcopal de Lugares Eclesiales, convocó el Encuentro Nacional de Laicos, que se celebró del 22 al 24 de julio en Bogotá y congregó a más de 150 representantes de los diferentes movimientos laicales del país.
Así informó la Conferencia Episcopal de Colombia el pasado 26 de julio de 2019.
Plan para la formación y organización
El padre Rubén Darío García, director de los departamentos de Estado Laical y Lugares Eclesiales de la citada Conferencia Episcopal, informó que dicho plan contiene “un sello evangelizador” que aportará luces para una nueva estructura de acompañamiento a la misión que deben cumplir los laicos en la Iglesia.
Igualmente, el padre Rubén relató que este escrito se elaboró mediante una serie de mesas temáticas en las que los participantes analizaron los cinco ámbitos en los que el laico está presente en la sociedad: estatal, económico, educativo, cívico, familiar y ético-religioso.
“Este será un proceso de estructuración, para que los movimientos eclesiales y la Conferencia Episcopal, desarrollen un plan conjunto donde se presenten directrices de cómo llegar a los laicos; generar los consejos diocesanos propuestos desde las parroquias que apoyarán luego estos procesos de formación. Con esta estrategia, los laicos podrán responder a las necesidades del mundo, comunicando su mensaje desde el Evangelio para transformar las estructuras y la sociedad”, expuso el sacerdote.
Importancia de los laicos
Durante el encuentro, de acuerdo al comunicado mencionado, Mons. Héctor Cubillos, obispo de Zipaquirá y presidente de la Comisión Episcopal de Lugares Eclesiales, declaró que la Iglesia es consciente de la importancia del lugar que ocupan los laicos en la vida y en la misión de dicha institución.
Mons. Cubillos manifestó que todo esto les ha llevado a dar importancia a los laicos: “Han sido también las circunstancias y las últimas orientaciones de los Santos Padres, quienes nos han motivado con su palabra a pensar cada vez más y con más seriedad en nuestros hermanos laicos, miembros de nuestra Iglesia que tienen una misión importante para que el Evangelio, la Palabra del Señor, la presencia de Jesús, pueda alcanzar a permear todos los rincones de la vida social, política, económica y cultural de la humanidad”.
Igualmente, el obispo señaló que, ante los diversos problemas que aquejan a la sociedad, es preciso un llamado urgente a todos los bautizados para que tomen conciencia de su fe y defiendan la vida y los valores de la persona como laicos.
Para él, uno de los frutos esperados de esta Asamblea es poder acompañar de una manera más asertiva y fraterna a los laicos, para que puedan hacer presencia de Cristo, del Evangelio y de la luz en todos los lugares de la sociedad.
Aprender de los jóvenes
El profesor Juan Carlos Gómez Giraldo, de la Universidad de La Sabana, en su intervención en el encuentro titulada “Tiempos de cambios; nuevos retos para la Iglesia y el Laicado”, describió que el trabajo del laico en la Iglesia es esencial y debe entenderse en el contexto en el cual vive y se desarrolla la persona: “Se debe conocer lo que el país reclama en este momento de la Iglesia y de los laicos de manera particular, esto es muy importante para saber también cómo actuar”.
Por otro lado, considera que uno de los retos a los que debe enfrentarse el laicado en estos días es aprender de los jóvenes, pues “ellos nos dan ejemplo en muchas de las esferas de nuestro actuar diario, tienen la capacidad de perdonar y encontrarse con el otro. La manera como ellos se pueden comunicar en esos encuentros, puede ser un buen ejemplo de la labor a seguir del laico en Colombia”.
El Consejo Nacional de Laicos de Colombia nació en 1969 bajo el impulso del beato y mártir Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, hoy patrono del laicado.