(ZENIT – 9 agosto 2019).- «Debemos reconocer el derecho de todas las personas -minorías y mayorías, por supuesto- a vivir en su país y a que se garanticen sus libertades, que son civiles pero también religiosas. Cinco años después de que los iraquíes huyeran de la llanura de Nínive, expulsados por tropas del llamado Estado islámico, el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, analiza la situación actual del país en una entrevista publicada en italiano por Vatican News el 6 de agosto de 2019.
En este momento, explica el cardenal, «Irak busca sobre todo la estabilización política y, evidentemente, legislativa, principalmente en lo que se refiere a la propia ley como inspiración y fuente de derecho, y después respecto a las minorías. Creo que el actual patriarca caldeo está buscando una forma de garantizar todos los derechos, y esto no es fácil, dada la cultura y la mentalidad del lugar; pero este deseo de garantizar a todos los cristianos sus derechos, sin que esto sea considerado como una tolerancia o una concesión, es correcto. Debemos reconocer el derecho de todas las personas -minorías y mayorías, por supuesto- a vivir en su país y a que se garanticen sus libertades, que son civiles pero también religiosas.
Los cristianos, una alternativa
El cardenal italiano, que fue nuncio apostólico en Irak y Jordania entre 2001 y 2006, recuerda que los cristianos en Irak «siempre han tenido la reputación» de ser «un elemento de moderación en el interior de la sociedad iraquí, porque representan una alternativa» «que debe tenerse en cuenta con todas las demás minorías». Son, explica, «una riqueza, porque también permite defender los derechos de todos», de lo contrario la sociedad sería «una ‘copia al carbón’ de una visión típicamente islámica».
A pesar de las persecuciones que han sufrido a lo largo de los siglos, insiste, los cristianos «siempre han tenido una actitud muy abierta hacia el perdón, la reconciliación y la buena convivencia. Han practicado esta realidad durante siglos».
Para el presidente del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos, «la pacificación es lo que todos queremos». Esta «no solo se refiere a la situación actual», sino que «es una cuestión que siempre ha afectado a las relaciones entre cristianos y musulmanes y, en cualquier caso, entre mayorías y minorías».
Reconstruir el tejido humano
En cuanto al retorno de los cristianos, que comenzó después de la derrota del Califato en el otoño de 2017, por la llanura de Nínive, «es muy lento», comentó el cardenal. «Los cristianos estaban muy cerca de su tierra», pero, «si no hay garantías legislativas, nacionales e internacionales para que puedan llevar una vida digna y libre, es difícil volver». Y luego, subraya, «podemos reconstruir una casa, un edificio, una plaza, pero ¿podemos reconstruir el tejido humano que vivía en esta zona hasta hace unos años? Ese sigue siendo el gran problema, el gran reto. No podemos volver al pasado, pero sin duda podemos retomar algunos elementos».
Lo peor es olvidar
«Nunca debemos olvidar o bajar el nivel de atención», dijo el cardenal Fernando Filoni. «Estas son realidades ricas en historia y cultura; desafortunadamente, muchos son los que han tomado conciencia de ellas después de haber perdido mucho. Lo peor es olvidar». Y el cardenal citó al actual obispo caldeo de Mosul, el padre Najeeb, quien dijo: «He salvado muchos libros (…) de una inmensa importancia desde el punto de vista histórico, cultural y religioso. Y así, no he salvado libros, sino personas, he salvado una cultura, he salvado comunidades».
«Esto me gusta mucho -concluye el cardenal Filoni-, porque significa que es allí donde hay que recrear la atmósfera de la vida de las personas y luego la vida social, civil, arquitectónica, cultural (…)».