(ZENIT- 12 sept. 2019).- Ayer, 11 de septiembre de 2019, antes de la audiencia general, el Papa Francisco mantuvo un encuentro con el equipo de fútbol “Campeones del Corazón”, a quienes les dedicó unas palabras, según indicó Vatican News.
“Campeones del Corazón”es un equipo de aficionados al balompié formado por sacerdotes de la diócesis de Chiavari, los alcaldes de la Riviera de Levante y algunos administradores de la región de Liguria, Italia, que, por medio de este deporte, promueve iniciativas benéficas.
El martes 10 por la noche los miembros de este equipo jugaron un partido en Roma contra otro formado por empleados del Vaticano. Antes de ello, hicieron entrega de una oferta al cardenal Konrad Krajewski, limosnero apostólico de la Santa Sede, para sustentar sus proyectos caritativos.
Encuentro con el Papa
En declaraciones para el citado medio Vaticano, don Lucca Sardella, asistente espiritual de “Campeones por el corazón”, informó sobre su encuentro con el Santo Padre.
Según este sacerdote, Francisco subrayó el hecho de que todos siguieran siendo aficionados, como signo de «gratuidad» y como algo que les puede ayudar a mantener el corazón abierto para salir de la indiferencia y crecer en compasión, especialmente ante los últimos de la sociedad.
Partidos con fines benéficos
Por otra parte, el padre Lucca explicó que el equipo nació, efectivamente, con el objetivo de «jugar estos partidos de fútbol con fines benéficos para recaudar fondos y apoyar proyectos de caridad», de manera que el partido disputado en Roma sirve también para respaldar la obra caritativa del Papa Francisco.
Entre sus iniciativas de este tipo, se encuentran un partido de fútbol celebrado el año pasado para colaborar con las víctimas y desplazados por la caída del Puente Morandi y otro destinado a sostener a los niños acogidos por la Asociación Nacional de Familias de Personas con Discapacidades Intelectuales y/o Relacionales.
Oportunidad para el encuentro
Asimismo, el asistente espiritual de “Campeones por el corazón”, describió que el fútbol, como deporte, supone “una oportunidad de encuentro”, de fraternidad, y “una razón para encontrarse con otras realidades, precisamente para apoyar un objetivo más grande”: sus proyectos solidarios.
La plantilla reúne a sacerdotes y alcaldes, algo que don Lucca describió como una “sinergia muy especial” y “muy valiosa”, en la que el compromiso civil se vincula al misionero «con vistas a un bien común, de una atención también a los últimos, en nombre del Evangelio”.