(ZENIT – 18 sept. 2019).- El Santo Padre ha indicado que la comunidad eclesial puede aprender del sabio discernimiento de Gamaliel: “Este no consiste en aplicar soluciones pre confeccionadas, sino que es más bien un arte: es el ejercicio de la inteligencia espiritual con el que aprendemos a ver la realidad con una mirada contemplativa y a no hacer juicios apresurados, descubriendo en nuestras vidas las huellas de la presencia de Dios”.
Hoy, 18 de septiembre de 2019, en la audiencia general, el Papa Francisco ha retomado el ciclo de catequesis en torno al Libro de los Hechos de los Apóstoles, en concreto, el pasaje en el que estos son llevados ante el Sanedrín.
El arte del discernimiento
Aunque se lo habían prohibido, los apóstoles “seguían dando testimonio de Jesús Resucitado con gran valentía, llenos del Espíritu Santo”, relató Francisco, y cuando el Sanedrín iba a tomar la decisión de matarlos, el fariseo Galamiel “tomó la palabra y les enseñó cómo ejercitar el arte del discernimiento frente a una situación que rompía los esquemas acostumbrados».
Gamaliel les pide dejar libres a los discípulos, exponiendo que si su actividad es “cosa de hombres”, se acabará, pero si es de Dios “es mejor no luchar contra ellos pues de lo contrario se expondrían a luchar contra Él”, expuso el Santo Padre.
Así, para el Pontífice, “las palabras de Gamaliel dan un criterio que tiene sabor evangélico, puesto que invitan a saber reconocer el árbol por sus frutos».