(ZENIT – 12 dic. 2019).- El Papa Francisco ha reconocido el martirio de los siervos de Dios Ángel Marina Álvarez y 19 compañeros de la Orden de Frailes Predicadores; de Juan Aguilar Donis y 4 compañeros, de la Orden de los Frailes Predicadores, y de Fructuoso Pérez Márquez, laico de la Tercera Orden de Santo Domingo; así como el de Isabel Sánchez Romero, religiosa de la Orden de Santo Domingo, todos ellos asesinados en la Guerra Civil española.
Igualmente, el Santo Padre aprobó las virtudes heroicas del siervo de Dios Gregorio Tomás Suárez Fernández, sacerdote de la Orden de San Agustín.
Ayer, 11 de diciembre de 2019, el Papa recibió en audiencia al cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. A lo largo de esta reunión se promulgaron, en total, 10 decretos.
Además de los citados, se reconoció el milagro de la venerable sierva de Dios María Luisa del Santísimo Sacramento, fundadora de las Hermanas Franciscanas Adoratrices de la Santa Cruz y las virtudes heroicas del venerable siervo de Dios Vincenzo Maria Morelli, de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos; del siervo de Dios Carlo Angelo Sonzini, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Siervas de San José; y de Giulio Facibeni, sacerdote diocesano. Todos ellos son italianos.
Por otra parte, Francisco hizo lo propio con las virtudes heroicas del siervo de Dios Américo Monteiro de Aguiar, sacerdote diocesano portugués y de la sierva de Dios Mª de los Ángeles de Santa Teresa, religiosa brasileña del Instituto de las Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías.
Causa por martirio
Una causa de santidad introducida por motivo de martirio se centra en el momento de la muerte del siervo de Dios, pues se trata de demostrar que murió por odio a la fe.
Si la causa de beatificación se sigue por la vía de martirio, no se procede a la declaración de venerable. El reconocimiento del martirio abre el camino para la beatificación de ese siervo de Dios. Un milagro, posterior a la proclamación de beato, solo será necesario para la eventual canonización.
Venerable
El reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona otorga el título de venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia, templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir, extraordinaria.
Ser venerable consiste en el primer paso en el proceso oficial de la causa de los santos, antes de ser proclamado beato y santo. Los criterios por los que se consideraba “santa” a una persona son: su reputación entre la gente (“fama de santidad”); el ejemplo de su vida como modelo de virtud heroica; y su poder de obrar milagros, en especial aquellos producidos póstumamente sobre las tumbas o a través de las reliquias.
Decretos
A continuación se exponen los 10 nuevos Decretos autorizados por el Papa Francisco el 11 de diciembre y publicados hoy, 12 de diciembre, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
– El milagro, atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios María Luisa del Santísimo Sacramento (en el siglo: María Velotti), Fundadora de las Hermanas Franciscanas Adoratrices de la Santa Cruz; nacida el 16 de noviembre de 1826 en Soccavo (Italia) y fallecida el 3 de septiembre de 1886 en Casoria (Italia).
– El martirio de los Siervos de Dios Ángel Marina Álvarez y 19 compañeros de la Orden de Frailes Predicadores; asesinados, por odio a la fe, durante la Guerra Civil Española, en 1936 (España).
– El martirio de los Siervos de Dios Juan Aguilar Donis y 4 Compañeros, de la Orden de los Frailes Predicadores, y del Siervo de Dios Fructuoso Pérez Márquez, fiel laico de la Tercera Orden de Santo Domingo; asesinado, por odio a la fe, durante la Guerra Civil Española, en 1936 (España).
– El martirio de la Sierva de Dios Isabel Sánchez Romero (en religión: Ascensión de San José), monja profesa de la Orden de Santo Domingo; asesinada, por odio a la fe, durante la Guerra Civil española, el 17 de febrero de 1937 en Huéscar (España).
– Las virtudes heroicas del Venerable Siervo de Dios Vincenzo Maria Morelli, de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos, arzobispo de Otranto; nacido en Lecce (Italia) el 25 de abril de 1741 y fallecido en Sternatia (Italia) el 22 de agosto de 1812.
– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Carlo Angelo Sonzini, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Siervas de San José; nacido el 24 de junio de 1878 en Malnate (Italia) y fallecido en Varese (Italia) el 5 de febrero de 1957.
– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Américo Monteiro de Aguiar, sacerdote diocesano; nacido en Salvador de Galegos (Portugal) el 23 de octubre de 1887 y fallecido el 16 de julio de 1956 en Oporto (Portugal).
– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Giulio Facibeni, sacerdote diocesano, nacido el 28 de julio de 1884 en Galeata (Italia) y fallecido el 2 de junio de 1958 en Florencia (Italia);
– Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Gregorio Tomás Suárez Fernández, sacerdote profeso de la Orden de San Agustín; nacido el 30 de marzo de 1915 en La Cortina (España) y fallecido el 23 de abril de 1949 en Salamanca (España).
– Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María de los Ángeles de Santa Teresa (en el siglo Dináh Amorim), religiosa profesa del Instituto de las Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías; nacida el 8 de agosto de 1917 en Claudio (Brasil) y fallecida el 1 de septiembre de 1988 en Río de Janeiro (Brasil).