(ZENIT – 3 enero 2020)-. “En nuestra Patria se presenta hoy el renovado desafío de atender la deuda pública, pero sobre todo las deudas sociales”, como un paso imprescindible que “pueda honrar sus compromisos con la deuda externa privilegiando la protección de los más vulnerables”.
Con estas palabras, en su primer mensaje del año, titulado “La deuda externa y las deudas sociales” y difundido por la agencia informativa católica AICA, la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS) pidió priorizar la atención de la deuda social antes que la deuda externa.
Laudato Si’
En línea con la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si’, la CEPAS apunta como algo necesario el “corregir los modelos de crecimiento que son incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente, la acogida de la vida, el cuidado de la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores, los derechos de las generaciones futuras”.
Así, ahora en Argentina se presenta “el dilema de pagar sobre el hambre y la miseria de millones de compatriotas o buscar un camino que, sin dejar de honrar las deudas, anteponga el crecimiento de la economía, el equilibrio de las cuentas públicas y la atención de los más necesitados antes de hacer frente a los compromisos de la deuda”.
Problema ético
“La deuda social es la gran deuda de los argentinos, no se trata solamente de un problema económico o estadístico. Detrás de las estadísticas hay rostros e historias de sufrimiento y lucha por sobrevivir. Es principalmente un problema ético que nos afecta en nuestra dignidad más esencial”, añade el citado mensaje.
En este sentido, la comisión manifiesta que, “pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de una vida decorosa para todos”.
Por ello, continúa, “deseamos que al abordar el tema de la deuda externa, nuestra Patria se asuma como protagonista de su propia suerte para definir el propio desarrollo cultural, civil, social y económico, de modo de poder construir y afianzar un modelo que tenga como eje central la producción y el trabajo”.
Cultura política solidaria
Para ello “es necesario promover una nueva cultura política solidaria tanto en lo interno como en el ámbito de la cooperación internacional”, pues “el endeudamiento ha sido utilizado por los organismos internacionales para imponer un modelo económico y cultural que ha incrementado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, al mismo tiempo que ha contribuido a la explotación y el abuso de nuestra casa común”.
Finalmente, en el mensaje se insta a profundizar en acciones “que se sustenten en la ética de la solidaridad, de la educación y el diálogo social, anteponiendo el encuentro sectorial, el trabajo argentino, la dignidad de las familias y el crecimiento económico. Un modelo basado en la producción y en la economía social, como condiciones imprescindibles para una economía con rostro humano (…)”.