(ZENIT – 8 enero. 2020)-. “Caminemos y recemos juntos para que nunca más en nuestra historia tengamos que avergonzarnos de la forma en que un ser humano eliminó al otro porque no fueron capaces de dialogar y encontrar consensos para caminar juntos”.
Esta es la petición expresada por la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en su mensaje titulado “Caminemos juntos por la paz en el mundo”, dirigido al pueblo de Dios y a las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe.
Oraciones por la paz
Al comienzo del citado mensaje, el CELAM indica que, en unidad con el Papa Francisco, “sumamos nuestras oraciones por la paz en el mundo, por el cese de los conflictos que hacen sufrir a familias y pueblos enteros y en particular por la grave tensión que se vive en estos momentos entre varios países: la guerra solo trae muerte y destrucción”.
Igualmente la presidencia señala que en este contexto “es propicio recordar lo que decía el Papa Pío XII: ‘el peligro es inminente pero aún hay tiempo. ¡Nada se pierde con la paz; todo se pierde con la guerra!’”.
Priorizar el diálogo
Por todo ello, el consejo latinoamericano se une al llamado del Papa Francisco “invitando a todas las partes involucradas para que prioricen el camino del diálogo, de la solución pacífica de controversias y del respeto irrestricto al derecho internacional”.
“Nos unimos en oración con el Papa y rechazamos toda forma de violencia y de fractura social y llamamos a las grandes naciones del mundo, en especial a sus gobernantes, al respeto mutuo, a la concordia y el buen entendimiento, a no escatimar esfuerzo alguno para evitar un escenario de mayor tensión”, prosigue el texto.
Finalmente, el mensaje anima a que en este tiempo de Epifanía, unidas al Papa, las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe y las Conferencias Episcopales del mundo organicen jornadas de oración por la Paz.
Mensaje del Papa Francisco
Efectivamente, en su mensaje para la 53ª Jornada Mundial de la Paz, titulado “La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica”, el Santo Padre describe que “la paz, como objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad”, de manera que se trata de la virtud que “nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables”.
Asimismo, en él, Francisco resalta que “debemos buscar una verdadera fraternidad, que esté basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca”.
Construir “un mundo de paz”
En sus palabras tras el rezo del Ángelus del 1 de enero de 2020, fecha en la que se celebra la citada Jornada Mundial de la Paz, el Papa expresó el siguiente deseo: “Para todos, creyentes y no creyentes, porque todos somos hermanos, no quiero dejar de esperar un mundo de paz que podamos construir juntos día tras día”.
Además, el día 6 de enero, también tras el rezo de la oración mariana, Francisco renovó sus “mejores deseos de serenidad y paz en el Señor” para todos y aludió a que “en muchas partes del mundo se respira un terrible aire de tensión. La guerra solo trae muerte y destrucción”.
De este modo, hizo un llamamiento “a todas las partes para que mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol y para que eviten la sombra de la enemistad”.