(ZENIT– 9 enero 2020).- Los obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana se han pronunciado «ante el desconocimiento de la autonomía de la legítima Asamblea Nacional», en un comunicado emitido el 8 de enero de 2020.
El pasado 5 de enero de 2020, relatan en el comunicado, tuvo lugar en Caracas un «hecho bochornoso» que, además de romper la serenidad del tiempo navideño, «ha vuelto a sembrar en el ánimo de los venezolanos motivos para la desesperanza y un mayor sentido de indefensión».
También este martes 7 el pueblo venezolano «fue testigo de un nuevo abuso de poder», cuando órganos militares, conjuntamente con grupos civiles afectos al gobierno, trataron de impedir la entrada de los diputados legítimamente elegidos por el pueblo a los recintos de la Asamblea Nacional para cumplir con su trabajo legislativo, lo que implica un «secuestro más de una institución democrática», califican.
El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, consiguió entrar a la fuerza este martes al hemiciclo y juramentar el cargo de presidente interino del país después de permanecer retenido en las inmediaciones del edificio por un cordón policial de la Guardia Nacional Bolivariana.
Firman el comunicado el arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje Ayala, presidente de la CEV; el obispo de San Cristóbal, Mario Moronta Rodríguez, 1° vicepresidente de la CEV; el obispo de La Guaira Raúl Biord Castillo, 2° vicepresidente de la CEV, y el obispo auxiliar de Caracas, José Trinidad Fernández Angulo, secretario general de la CEV.
5 indicaciones pastorales
Ante estos hechos, los pastores, «servidores del pueblo», escriben cinco indicaciones:
1. Se trata de una nueva manifestación de la ideología totalitaria de quienes detentan el poder político. Han promovido y amparado el desconocimiento de la autonomía de la legítima Asamblea Nacional; y, a la vez, pretenden reconocer una directiva elegida írritamente contra toda legalidad constitucional.
2. Es lamentable que un grupo de parlamentarios de oposición se haya prestado para ello. No conocemos los intereses ocultos que pueda haber detrás de sus acciones. Se trata de un duro golpe a la institucionalidad del Estado. Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos en bien de la sociedad.
3. Preocupa enormemente que algunos miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, rompiendo lo estipulado en las normas vigentes, hayan actuado con signos de violencia en contra de algunos diputados. Elevamos nuestra voz para decirles a todos sus miembros: ¡En el nombre de Dios pónganse del lado verdadero de la Constitución y del pueblo al que pertenecen y juraron defender!
4. Rechazamos lo ocurrido; y, como ciudadanos venezolanos que prestamos nuestro servicio pastoral al pueblo, exigimos se respete la legitimidad de la Asamblea Nacional. Como lo hemos manifestado en diversas oportunidades, la única institución política y de poder público que goza de legitimidad es la Asamblea Nacional elegida por el pueblo venezolano en el año 2015. Es ella, la que aplicando lo estipulado en su normativa y procedimientos legales, elige su Directiva y a los miembros de sus comisiones. Por los eventos ocurridos, en esta oportunidad tuvo que elegir a su Directiva legítima fuera del Hemiciclo del Palacio Legislativo.
6. Como pastores al servicio de todos los venezolanos pedimos que se actúe mirando el bien común del pueblo, golpeado por una profunda crisis que manifiesta el menosprecio a su dignidad, respetando a la vez la Constitución y sus principios democráticos. Asimismo pedimos a quienes han sido protagonistas de los bochornosos hechos que atropellan la convivencia y paz ciudadanas, que rectifiquen y se dejen guiar por los principios éticos y su recta conciencia.