(ZENIT – 24 enero 2020)- Ayer, 23 de enero de 2020, el Santo Padre recibió en audiencia al cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En ella se promulgaron, en total, 8 decretos.
Entre ellos se encuentra el del martirio de los siervos de Dios Benito de Santa Coloma de Gramenet y 2 compañeros, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, asesinados, por odio a la fe en España (1936); así como el de los siervos de Dios José María Gran Cirera (español) y 2 compañeros, sacerdotes profesos de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, y 7 compañeros, laicos, asesinados, por odio a la fe, en Guatemala (entre 1980 y 1991).
Del mismo modo, se aprobaron las virtudes heroicas del siervo de Dios español Joachim Masmitjá i Puig, canónigo de la catedral de Girona y fundador de la Congregación de los Misioneros del Corazón de María; de José Antonio Plancarte y Labastida, sacerdote diocesano mexicano y fundador del Instituto de las Hermanas de María Inmaculada de Guadalupe; y del siervo de Dios José Pío Gurruchaga Castuariense, sacerdote diocesano de España, fundador de la Congregación de la Ayuda Parroquial de Cristo Sacerdote.
Además de los anteriores, también se aprobaron las virtudes heroicas del beato italiano Giovanni Tavelli da Tossignano, de la Orden de los Jesuatos, obispo de Ferrara; del siervo de Dios Marie- Antoine de Lavaur, sacerdote francés de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos; y de la sierva de Dios María do Carmo da Santíssima Trindade, religiosa brasileña de la Orden de las Carmelitas Descalzas.
Causa por martirio
Una causa de santidad introducida por motivo de martirio se centra en el momento de la muerte del siervo de Dios, pues se trata de demostrar que murió por odio a la fe.
Si la causa de beatificación se sigue por la vía de martirio, no se procede a la declaración de venerable. El reconocimiento del martirio abre el camino para la beatificación de ese siervo de Dios. Un milagro, posterior a la proclamación de beato, solo será necesario para la eventual canonización.
Virtudes heroicas
El reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona otorga el título de venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia, templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir, extraordinaria.
Ser venerable consiste en el primer paso en el proceso oficial de la causa de los santos, antes de ser proclamado beato y santo. Los criterios por los que se consideraba “santa” a una persona son: su reputación entre la gente (“fama de santidad”); el ejemplo de su vida como modelo de virtud heroica; y su poder de obrar milagros, en especial aquellos producidos póstumamente sobre las tumbas o a través de las reliquias.
Decretos
A continuación se exponen los 8 nuevos Decretos autorizados por el Papa Francisco y difundidos hoy, 24 de enero de 2020, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
– el martirio de los Siervos de Dios Benito de Santa Coloma de Gramenet (nacido José Doménech Bonet) y 2 compañeros, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, asesinados, por odio a la fe, en España, entre el 24 de julio y el 6 de agosto de 1936.
– el martirio de los Siervos de Dios José María Gran Cirera y 2 compañeros, sacerdotes profesos de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, y 7 compañeros, laicos, asesinados, por odio a la fe, en Guatemala entre 1980 y 1991.
– las virtudes heroicas del beato Giovanni Tavelli da Tossignano, de la Orden de los Jesuatos, obispo de Ferrara; nacido en Tossignano (Italia) en 1386 y muerto en Ferrara (Italia) el 24 de julio de 1446.
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios Joachim Masmitjá i Puig, canónigo de la catedral de Girona, fundador de la Congregación de los Misioneros del Corazón de María; nacido en Olot (España) el 29 de diciembre de 1808 y fallecido en Girona (España) el 26 de agosto de 1886.
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida, sacerdote diocesano, fundador del Instituto de las Hermanas de María Inmaculada de Guadalupe, nacido en Ciudad de México (México) el 23 de diciembre de 1840 y fallecido en Ciudad de México (México) el 26 de abril de 1898.
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Pío Gurruchaga Castuariense, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de la Ayuda Parroquial de Cristo Sacerdote; nacido en Tolosa (España) el 5 de mayo de 1881 y muerto en Bilbao (España) el 22 de mayo de 1967.
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios Marie- Antoine de Lavaur (para el siglo: François-Léon Clergue), sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, nacido en Lavaur (Francia) el 23 de diciembre de 1825 y muerto en Toulouse (Francia) el 8 de febrero de 1907.
– las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María do Carmo da Santíssima Trindade (nacida Carmen Catarina Bieno), religiosa profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, nacida en Campinas (Brasil) el 25 de noviembre de 1898 y fallecida el 13 de julio de 1966 en Taubaté (Brasil).