(zenit – 29 enero 2020).- En Estados Unidos, el mes de enero marca el triste aniversario de Roe v. Wade, la decisión judicial de la Corte Suprema que legalizó el aborto electivo en todo ese país.
Como respuesta, los católicos y otras personas pro-vida se involucran en diversas actividades públicas en este mes para promover un compromiso cívico virtuoso sobre este tema y reunir al pueblo de Dios para la oración, la colaboración y el apoyo mutuo.
Si bien se ha escrito mucho en estos días sobre la “Caminata Anual por la Vida” anual en Washington D.C., que tuvo lugar el 24 de enero, la manifestación paralela que tiene lugar 6.000 kilómetros al oeste en San Francisco, California, no es menos impresionante.
Actualmente, la “Caminata Anual por la Vida de la Costa Oeste” se formó en 2005 para dar a los habitantes en esta parte del país la oportunidad de asistir a un evento semejante de la manifestación en Washington, D.C. Se lleva a cabo el sábado más cercano al aniversario de Roe v. Wade y este año tuvo lugar el 25 de enero.
El evento, que inicia en la plaza «Centro Cívico» y lleva a los manifestantes casi 5 kilómetros por el paseo principal del la ciudad, ya es la segunda mayor manifestación pro-vida en el país, solo superada por la marcha en Washington, D.C. Por cierto, su crecimiento en solo 15 años ha sido exponencial.
El colaborador de zenit Richard Maher, original de esta ciudad, participó en el evento y entrevistó a la licenciada Eva Muntean, cofundadora y copresidenta actual de la “Caminata Anual por la Vida de la Costa Oeste”. Maher le preguntó sobre los orígenes del evento que lleva a decenas de miles de manifestantes pacíficos por el paseo principal de la que podría decirse que es una de las ciudades más seglares del país.
Aquí ofrecemos nuestra entrevista exclusiva para las lectores de zenit.
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zenit: ¿Cómo empieza a celebrarse la “Caminata Anual por la Vida en la Costa Oeste”? ¿Cuál es la participación personal en este evento?
Eva Muntean: Las dos copresidentas y cofundadoras (junto con otros) de la Caminata somos Dolores Meehan y yo. Dolores y yo nos conocimos en la década de 1990s. En esos años, ambos éramos voluntarias en el albergue Gift of Love San Francisco administrado por las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, que servían a hombres que morían de sida.
Nuestra amistad y varias colaboraciones se fundaron sobre los principios de fe pro-vida y pro-familia que compartimos. Cada año viajábamos a la caminata por la vida en Washington, DC., y siempre pensábamos lo maravilloso que sería tener una marcha similar en la Costa Oeste.
En 2004, cuando el entonces alcalde Gavin Newsom ordenó al secretario del condado de San Francisco que emitiera de manera ilegal licencias de «matrimonio» a parejas del mismo sexo, las dos unimos a muchos ciudadanos que se opusieron a esto. Entre otros, organizamos una manifestación en defensa del matrimonio en la iglesia salesiana de San Pedro y San Pablo en San Francisco. La sorprendente participación de alrededor de 1.500 personas hizo que nos diéramos cuenta de que una caminata pro-vida en la Costa Oeste, parecida a la marcha pro vida en Washington, D.C., era posible.
El grupo de organizadores de la manifestación pro-famila se convirtió en el grupo central para la primera “Caminata por la Vida” de la Costa Oeste, que tuvo lugar en enero de 2005, para coincidir con el aniversario de Roe v. Wade. Ese grupo de organizadores, al que se han unido otros, todavía existe. La primera caminata atrajo a 7.500 personas. Las estimaciones de asistencia (que varían de año a año) han sido tan altas como 55.000-70.000 participantes.
zenit: La sociedad en la Costa Oeste de los Estados Unidos está especialmente secularizada, ¿a qué resistencia se han enfrentado para organizar el evento a lo largo de los años?
Eva Muntean: La caminata por la vida en la Costa Oeste atrajo una oposición inmediata y virulenta por parte del sistema político de San Francisco. La oposición a la primera caminata, desatada por el entonces alcalde Newsom, la Junta de Supervisores y la industria local del aborto fue tan mala que los grupos pro-aborto que intentan presentarse como parte de la «corriente principal» se han distanciado de las protestas anuales contra la marcha dado al comportamiento de nuestra oposición.
Incluso algunos medios locales “susurraron” –no se puede decir que gritaran– sobre las contra-manifestantes. Esa oposición continúa hasta hoy. Por lo menos tres veces, la Junta de Supervisores ha emitido resoluciones dirigidas en contra de la caminata, más recientemente en la décima caminata anual de 2014. Todos los años, un pequeño grupo de contra-manifestantes se opone a la caminata, a menudo de la manera más tacaña. Pero generalmente son superados en número en al menos 500 a uno. Diríamos ahora que la ciudad se ha acostumbrado a nosotros. La policía nos aprecia porque seguimos sus instrucciones, y tenemos un equipo especial de estudiantes de secundaria que dejan la plaza del Centro Cívico (donde se inicia la caminata) más limpio que cuando llegamos.
zenit: El evento no es sectario, pero ¿qué papel tienen los católicos en el evento?
Eva Muntean: Los católicos fieles siguen siendo, por mucho, el grupo más grande de voluntarios y el mayor número de asistentes, aunque se nos unen muchas sectas cristianas, personas de religiones no cristianas e incluso secularistas pro-vida.
zenit: ¿Ha habido frutos o gracias especiales de forma notable como resultado de la caminata?
Eva Muntean: ¡Tantos! Es por ahora el mejor fin de semana católico del año. La misa que abre la “Caminata Anual por la Vida de la Costa Oeste” es la única misa del año en la que la Catedral de San Francisco está repleta de gente, solo hay espacio para estar de pie. También hay vigilias especiales apoyados por varios grupos laicos, adoración al Santísimo durante toda la noche, una misa latina tradicional, barbacoas para los jóvenes y muchos más eventos en varias parroquias e iglesias en todo San Francisco y el área metropolitana que rodea la cuidad.
Les cuento algo concreto que compartí este año en la asamblea antes de iniciar la caminata. Se trata de un hombre que se llama Michael. Tres de sus hijos se perdieron al aborto. Michael se enteró de la caminata y comenzó a caminar con nosotros en 2011, y cada año desde entonces. Comenzó solo, con un letrero pro-vida, como una forma de reconciliarse con la pérdida de sus hijos abortados. Los que le rodeaban probablemente se preguntaron qué estaba haciendo, pero cada año compartió su experiencia y cada vez más hombres decidieron unirse a él, eventualmente 70 ó 80. Eso es genial, pero no está tan fuera de lo normal, ¿verdad?
Bueno, lo que sí está fuera de lo normal es lo que no mencioné: Todo esto está sucediendo en el sistema penitenciario de California, donde Michael está cumpliendo una sentencia de toda la vida. Los paseos de los que te estoy hablando están teniendo lugar en el jardín de la prisión.
La esposa de Michael nos dice que este año Michael ha animado a suficientes hombres para caminar en cuatro de los jardines distintas de la prisión estatal en donde Michael esta condenado. Así que mientras que nosotros caminamos por el Paseo Market, 70 u 80, quizás 100 hombres curtidos, estuvieron caminando lentamente por los jardines de la prisión en solidaridad con los más pequeños e indefensos entre nosotros.
Comenté esto a los participantes y les afirmé que si alguna vez vuelven a preguntarse si están cambiando corazones y mentes, que piensen en Michael y sus compañeros de la prisión.
zenit: ¿Qué espera que logre la Caminata por la Vida, de inmediato y a largo plazo?
Eva Muntean: Esperamos ayudar a las personas a darse cuenta de que el aborto lastima a las mujeres, que el aborto nunca es una respuesta a las dificultades de la vida. Que hay muchos recursos para mujeres que se enfrentan a un embarazo inesperado y están en crisis. Que, como uno de nuestros oradores anteriores, el ginecólogo, Doctor Vansen Wong, dijo: “¡El aborto es bárbaro, el aborto es intolerable y el aborto no tiene lugar en una sociedad civilizada!”. Cuando ese mensaje llegue, el cambio político seguirá.