(zenit – 30 enero 2020).- Líderes empoderados. Jóvenes que transforman vidas. Ellos siempre están de salida: van hacia las periferias. “Desde la acción un ‘coach pastoral’ es un líder proactivo, propositivo y transformador”.
Así lo cuenta para zenit Juan de Jesús Bedoya Betancur, egresado de la primera promoción de coaching profesional y pastoral, que lleva adelante el coach y teólogo Arturo Reyes Moquillaza desde Perú, bajo las competencias profesionales de la International Coach Federation (ICF).
En respuesta al pedido del Papa Francisco, una docena de agentes pastorales no quieren dejar de hacer lío en la región. En 2010 se puso en marcha este proyecto que acompaña el desarrollo del ser humano liberando su potencial ante los constantes desafíos antropológicos en el mundo.
Aportación del coaching
Se trata de co-crear un liderazgo autosostenible desde la energía y el movimiento que le podamos dar a nuestro “ser líder” desde Cristo. Conocidos como los “artesanos de la liberación del potencial”, los coaches pastorales van en aumento y en la región celebran diez años de su fundación.
Tras un seminario internacional realizado en Cochabamba, Bolivia, en 2013, Reyes Moquillaza inició este desafío internacional. Para Betancur este es un proceso que le permitió fortalecer sus recursos, competencias y capacidades para brillar con espíritu de humildad y de servicio en su labor de acompañamiento.
¿Puede un líder autoreferencial convertirse en un coach en movimiento? La respuesta es sí. Arturo Reyes creador de este nuevo estilo de hacer coaching se propone conducir a ese cambio a los “coaches de la fe”.
Configurar con Jesús
Irradiar mensajes de evangelización no basta, es necesario mirarse con amor a sí mismo, promover actos transformadores de amor, ser condescendientes al dolor humano, vivir con obras la fe. En suma, ser buen samaritano. “Y es que llevar la cruz en alto no lo es todo, hace falta vivir con un solo referente: Jesús”, destaca Betancur, de nacionalidad colombiana.
Desde el coaching pastoral se espera seguir logrando más frutos, como los que se consiguieron también al interior de la pastoral carcelaria. Ahora el reto que busca cumplir su creador en Latinoamérica es colaborar en el proceso de humanización de la Iglesia acompañando desde este arte y ciencia a las comunidades de fe.
Esta es la hora del laico. Hasta ahora se percibía una especie de adormecimiento en el protagonismo laical, pero con este estilo de hacer coaching se enciende la llama para gestionar el talento y las potencialidades del ser humano.
El entrenamiento de líderes de alto impacto en el mundo continuará cuando se logre el despojo de la autoreferencialidad para ir al encuentro del otro.
