(zenit – 11 feb. 2020).-Los obispos colombianos, tras reunirse recientemente en Asamblea Plenaria, exhortaron a una actitud de “escucha, reflexión, diálogo, unidad y compromiso”, para transformar cada dificultad en oportunidad y trazar caminos de justicia, reconciliación y bien común, en este “momento histórico decisivo, complejo y preocupante” que vive el país.
Respondiendo al llamado del Papa Francisco, para una construcción social y una tarea en permanente progreso “que implica un trabajo paciente y valiente de cada uno y de todos”, los prelados presentaron el 7 de febrero de 2020 un mensaje conclusivo al término de la 109 Asamblea Plenaria.
El texto está firmado por Mons. Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín vicepresidente de la Conferencia Episcopal, y Mons. Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo Auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal.
Responsabilidad histórica
“No podemos marginarnos, ni equivocarnos, ni encerrarnos en intereses reducidos o particulares en el cumplimiento de esta responsabilidad histórica de encaminar el país por las sendas de la paz”, admiten los obispos de Colombia.
Al referirse a distintas realidades que marcan el contexto nacional, insistieron en la defensa y respeto de la vida, “poniendo fin a la ola de asesinatos y de amenazas que pesa sobre personas y comunidades, y ha acabado con la existencia de tantos líderes sociales (…) No se consigue nada con las armas ni con la imposición de ideas”, señalaron.
En esta línea, pidieron “asegurar el derecho fundamental a la vida, reconocido por la Constitución política, desde la concepción hasta su término natural”.
Atender a los movimientos sociales
Asimismo, los pastores vuelven a hacer un llamamiento al diálogo para “identificar las necesidades ciudadanas y afianzar la relación entre Estado y sociedad civil”. De este modo, piden apoyar “efectivamente los procesos que conduzcan a la paz”, brindando especial atención a las víctimas y a quienes han dejado las armas y buscan la completa reintegración a la dinámica social.
También solicitan “atender a los movimientos sociales que han surgido y que propugnan por la solución a problemas relacionados con la inequidad existente en el país y con modelos de desarrollo que excluyen a regiones y sectores especialmente golpeados por la violencia y la pobreza”.
En este contexto, los obispos urgen “avanzar hacia la realización de un proyecto común de país en el que la dignidad humana sea reconocida y garantizada en todas las circunstancias más allá de posiciones ideológicas o sectarias”.
Narcotráfico y microtráfico
Finalmente, denunciaron “el gravísimo mal que entrañan para las familias y la sociedad el narcotráfico, el microtráfico y todas las actividades conexas con ellos” y pidieron a las comunidades católicas intensificar la oración por el país.
Igualmente, los miembros de la Conferencia Episcopal propusieron dos temas de gran importancia para la Iglesia de Colombia: Promover la ecología integral y fomentar la hospitalidad hacia los hermanos migrantes.