(zenit – 27 febrero 2020).- El pasado 21 de febrero de 2020, el Papa Franscisco aprobó el decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión de la beata María Francesca di Gesù, fundadora de la congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano.
Si bien no nació en Uruguay, la madre María Francisca es considerada uruguaya, así lo afirmó la hermana Nora Azanza, superiora de la congregación en la capital del país, en una nota del arzobispado de Montevideo: “Cuando uno estudia su vida, ve que su pasión misionera se desarrolló en este país. Llegó a una zona que era un páramo y tenía una gran visión”.
Pasión misionera
Nacida en 1844 en Piamonte, Italia, en 1885 fundó el Instituto de las Hermanas Capuchinas de la Madre Rubatto, que tuvo una rápida expansión por Italia. En 1892 cruzó el océano con otras hermanas y fundó casas en Montevideo.
Después siguió la misión en Uruguay, Argentina y Brasil, atravesando el océano para acompañar a las hermanas en ambos continentes. Durante los 20 años de su gestión abrió 18 casas.
Estando en Uruguay, indica la citada nota, la Madre Francisca impulsó una obra en el barrio Belvedere, donde obtuvo ayuda para comprar un terreno y construir una escuela y taller de corte y confección. La finalidad de este centro era la de dar a las mujeres una formación que les permitiera trabajar y ganarse la vida.
Santuario de la beata María Francisca
La muerte le sobrevino por sorpresa en uno de sus viajes pastorales, en Montevideo, el 6 de agosto de 1904, dejando un claro testimonio de entrega a Dios y a los hermanos más necesitados.
Al morir en Uruguay, sus restos fueron enterrados en el cementerio de La Teja de Montevideo. No obstante, más tarde fueron traslados a la capilla que ella había construido y que en setiembre del año 2000 fue erigida como santuario de la Beata María Francisca Rubatto.
Legado y 125º aniversario
Entre su legado se destacan, además, cuatro colegios en este país: San José de la Providencia en Belvedere, Nuestra Señora de Lourdes en Malvín, Hermanas Capuchinas en Maldonado y Virgen Niña en Punta del Este.
En 2017 la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano celebraron los 125 años de su llegada a Uruguay.
Con motivo del mismo tuvieron lugar una Misa en la catedral y una obra de teatro, entre otros eventos. Asistieron hermanas de los nueve países donde está presente esta orden de religiosas: Argentina, Brasil, Perú, Uruguay, Camerún, Etiopía, Kenia, Malawi e Italia.
El milagro
Para que una persona sea declarada santa se deben cumplir ciertos requisitos: el comienzo del proceso, la declaración de que vivió de modo heroico las virtudes, un milagro que le permita convertirse en beata y un segundo milagro que asegure que es santa.
La madre Francisca fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 10 de octubre de 1993. Unos diez años más tarde, la Santa Sede recibió el expediente del que sería el milagro que abriría el camino a la canonización.
Se trata del caso de un joven de Colonia, Uruguay, que en el año 2000 sufrió un accidente de moto que le produjo un trauma craneano con hemorragia, entrando en un estado de coma grave. Una tía suya, vinculada a los colegios de las capuchinas, comenzó a rezar a la madre Francisca. El joven despertó sin secuelas y los médicos atestiguaron que no había explicación científica para esa evolución.
