(zenit – 14 abril 2020)-. Mons. Jaime Calderón, obispo de Tapachula, diócesis situada al sur de México, expresa la preocupación de la Iglesia por que ante “el pánico de la COVID-19 y el cierre de las fronteras, la autoridad se limite a replegar, abandonar y olvidar en zona neutral, dejándolos a la intemperie, olvidando que también son seres humanos y, como todos, vulnerables al virus que va enfermando hoy al mundo”.
Así informó, el pasado 13 de abril de 2020, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de un comunicado titulado “Migrantes expuestos a la COVID-19”.
Atención a los migrantes
La nota sostiene que “esta solución adoptada tiene poco sentido humano y mucha irresponsabilidad, teniendo en cuenta la gravedad de los tiempos que estamos viviendo. Nos preocupa mucho que los hermanos migrantes estén siendo deportados sin cercos sanitarios ante la COVID-19 y abandonados a su suerte para riesgo propio y de la población local”.
Por todo ello, el texto incluye “un llamado a los tres niveles de Gobierno a caer en la cuenta que, de forma especial en estos tiempos de la pandemia por la COVID-19. Los migrantes siguen ingresando por nuestra frontera sur y, por tanto, se exponen y ponen en riesgo a familias enteras a la COVID-19”.
E indica que es necesario proteger la salud de las personas “con cercos sanitarios, incluso, para hacer mejor la labor de proteger a la población local”.
Sentido de la humanidad
Igualmente, se hace un llamamiento extensible a todos, autoridad civil y pueblo en general, a no entrar en pánico “para no perder el sentido de humanidad que siempre es necesario. Seamos conscientes que los migrantes son personas e, igual que nosotros, están expuestos a la COVID-19. Cuidándolos también nos cuidamos del contagio, protegiéndolos nos protegemos”.
El comunicado apunta que, inmersos en “este flagelo” del coronavirus, “¡no podemos dejar de mirar y sentirnos interpelados por las urgencias de nuestra realidad local, agravada por esta emergencia de salud”, remarcando que tanto en el norte como en el sur del país, “los hermanos migrantes siguen siendo el rincón olvidado de esta problemática tan grave”.