(zenit – 15 abril 2020).- “Con confianza rezamos a Jesús Misericordioso por la Iglesia y por toda la humanidad, especialmente por aquellos que sufren en este tiempo difícil. Que Cristo Resucitado reavive en nosotros la esperanza y el espíritu de fe”.
Esta súplica fue realizada por el Santo Padre durante la audiencia general de hoy, 15 de abril de 2020, en sus palabras dirigidas a los polacos, recordando que el próximo domingo se celebra la fiesta de la Divina Misericordia.
Del mismo modo, Francisco se refirió a que san Juan Pablo II instituyó esta festividad “en respuesta a la petición de Jesús transmitida a santa Faustina: ‘Deseo que la fiesta de la misericordia sea un refugio para todas las almas. La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija a la fuente de mi misericordia’ (Diario 699)”.
La paz del Señor
La reflexión del Papa Francisco en la catequesis de hoy ha versado sobre la séptima bienaventuranza: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
En este sentido, el Obispo de Roma matizó que la verdadera paz y equilibrio interior “brotan de la paz de Cristo, que viene de su Cruz y genera una humanidad nueva, encarnada en una multitud infinita de santos y santas, inventivos, creativos, que han ideado formas siempre nuevas de amar. Los santos, las santas que construyen la paz”.