(zenit – 15 abril 2020).- “La paz es un don de Dios y es el fruto de una incesante lucha espiritual para llevar la cruz cada día detrás de Cristo, porque el que cree en Dios deben traducir su fe en el amor a todas sus criaturas. Debe transformarse en un instrumento de paz con todos sus hermanos y hermanas”.
Estas fueron las palabras del Papa Francisco dirigidas a los fieles de lengua árabe durante la audiencia general de hoy, 15 de febrero de 2020, celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico ante la situación de pandemia por coronavirus.
El Santo Padre retomó la serie de catequesis sobre las bienaventuranzas, reflexionando sobre la séptima de ellas: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
En este sentido, Francisco subrayó que “son llamados hijos de Dios aquellos que han aprendido el arte de la paz y lo practican, saben que no hay reconciliación sin la donación de su vida, y que hay que buscar la paz siempre y en cualquier caso”.