El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, ha comparecido hoy ante los medios de comunicación en una rueda de prensa on line ante el momento tan particular que estamos viviendo.
Organizar el bien común
Mons. Argüello ha comenzado dando un pésame cargado de esperanza a los todos los que han perdido un familiar y padecen esta enfermedad y las gracias a todos los que trabajan y sirven en la sociedad. Además de ofrecer palabras de ánimo a niños y jóvenes, a las residencias de mayores y a sus cuidadores, a los que tienen miedo.
El secretario general afirma que estamos ante una crisis sanitaria y económica, pero sobre todo política, espiritual, en el sentido más amplio. “Nos vemos abocados a pensar cómo organizar el común, la nueva normalidad, cómo reorganizar la desescalada. Están en juego la vida, los enfermos, la seguridad y la libertad, las cuestiones entre las razones sanitarias y la vida, la verdad, las falsas noticias, el bien común y el principio de subsidiaridad”.
Subraya que el cuidado de los ancianos, de los niños y la despedida de los difuntos marcan una civilización. En este sentido, ante el drama que se ha vivido en las Residencias de mayores, insiste en que “no podemos considerar a los ancianos como un grupo de descarte”.
Mons. Argüello indica que es necesario una mirada hacia el futuro: “la pandemia acelera el cambio de época. También en el interior de la Iglesia, nuestra forma de atención pastoral también cambia, la conversión pastoral es ahora. Es un tiempo propicio para animarnos a un tiempo de imaginación, en el realismo que solo el Evangelio puede proporcionarnos.”
Por ello, apela a recuperar el espíritu de la transición, que además será un nuevo estilo de transición: “en la organización política los proyectos deben ser a medio y largo plazo. El tiempo es superior al espacio. La realidad, en las situaciones concretas es superior a las ideologías. La unidad es superior a las ideologías. La unidad es superior al conflicto. La unidad puede acoger las diferencias. Esta crisis es global, no podemos perder de vista a todo lo que ocurre en el mundo”. De este modo “seremos artífices de una historia común. La pandemia nos ha despertado ante el individualismo”.
En este encuentro con los periodistas, Mons. Arguello ha realizado un llamamiento a nuestra clase política ”para buscar juntos el bien común”.
Libertad de culto
En cuanto a la libertad de culto para los fieles ha subrayado que “hemos llamado a quedarse en casa. Los templos en muchos lugares han estado cerrados, pero la Iglesia se ha mantenido abierta. Una cuestión es el templo y otra la vida de la Iglesia. Que se ha mantenido a través de una creatividad pastoral extraordinaria. El art. 11 del Decreto del Estado de alarma, reconoce esta situación y el art. 7, no decía explícitamente nada sobre las salidas para el culto, que son los artículos que están regulando estas cuestiones”. “Ni siquiera en el estado de excepción puede suprimirse la libertad de culto”, ha aclarado el secretario general de la CEE.
En relación a la desescalada en lo que se refiere al culto religioso, “sobre todo para la progresiva salida, queremos clarificar la situación del culto con el gobierno. La presencia y celebración de la fe tiene mucha importancia para los cristianos. Por eso, siguiendo todas las recomendaciones, deseamos que el culto vuelva a la sociedad. Es muy importante que la eucaristía pueda celebrarse con pueblo, progresivamente”.
En relación a la intervención en algunas parroquias de la policía interrumpiendo el culto, Mons. Argüello ha señaldo que “la actuación de la policía interrumpiendo una acto de culto es desmedida, no respeta ni el 11 del estado de alarma ni el 16 de la Constitución Española”.
Cáritas y ayuda a los más necesitados
El secretario general de la CEE hace una llamada también “a dar un paso hacia delante de generosidad y corresponsabilidad ”. Ha explicado que la Comisión Ejecutiva de la CEE ha sugerido que cada diócesis vea la manera de promover una ayuda para los más necesitados en esta crisis económica. Empezando por los obispos y sacerdotes ver la posibilidad de donar una parte de su sueldo a los más necesitados, y desde ese comienzo, invitar a unirse también a todos los fieles cristianos y a toda la sociedad. Ha animado a sumarse a la Campaña de Cáritas“Cada Gesto importa”, para ofrecer nuestra ayuda económica a los más pobres.
Recuerda también otros organismos desde los que podemos ofrecer dinero para esta crisis: la Campaña de OMPpara una solidaridad con otros países y la posibilidad de marcar las dos X en la Declaración de la Renta para “ayudar el doble y doblar la solidaridad”. Otra posibilidad es utilizar la página donoamiiglesia.es , con la que se ayuda directamente a las parroquias y a las diócesis.
También ha subrayado la importancia de que las personas puedan ejercer su dignidad mediante un puesto de trabajo. En relación a la renta básica ha manifestado que: ”ayudas a quienes lo necesitan es indispensable, pero pensar en una permanencia, que vivan de manera subsidiada, no sería un horizonte deseable para la organización del común”.