(zenit – 20 abril 2020)-. En plena pandemia del coronavirus, la Pascua que las Iglesias Ortodoxas celebraron ayer, domingo 19 de abril de 2020, habla de la Resurrección a una humanidad que, entre la ansiedad y el luto, busca horizontes más amplios que el túnel donde se encuentra inmersa desde hace meses, informa Vatican News.
Patriarca Ecuménico de Constrantinopla, Bartolomé I
De este modo, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, afirma: “Es difícil permanecer humanos sin la esperanza de la eternidad. Esta esperanza vive en los corazones de todos los médicos, enfermeras, voluntarios, donantes y todos aquellos que generosamente ayudan a sus hermanos y hermanas que sufren con un espíritu de sacrificio, abnegación y amor. En medio de esta crisis indecible, ellos perfuman de resurrección y esperanza”.
El coronavirus, resalta el representante ortodoxo, “ha demostrado lo frágil que es el hombre, la facilidad con que lo dominan el miedo y la desesperación, cuanto impotente se revelan sus conocimientos y su confianza en sí mismo, cuanto infundada es la opinión de que la muerte constituya un acontecimiento al final de la vida y que el olvido o el alejarse de la muerte es su forma correcta de afrontarla”.
No obstante, aclara que “pertenecemos a Cristo” y “la presencia del dolor y de la muerte, aunque sea evidente, no constituye la realidad última”.
Patriarca de Rusia, Kirill
Por su parte, de acuerdo a la citada fuente, el patriarca de Rusia, Kirill, interpreta los sentimientos de los fieles, privados de la vida eclesial: “La fe da la fuerza para vivir y, con la ayuda de Dios, para soportar varios males, diferentes pruebas, especialmente las que nos afectan hoy en día con la propagación de un peligroso virus”.
La COVID-19 está ofreciendo al planeta “pruebas extraordinarias”, pero, ante ello, “estamos llamados a mantener la paz interior, a recordar las palabras del Salvador, pronunciadas en la víspera de su Pasión redentora: ‘En el mundo tenéis tribulaciones, pero tened valor: yo he conquistado el mundo’”.
“Ninguna restricción externa”, apunta el patriarca ruso, “debe romper nuestra unidad y quitarnos la auténtica libertad espiritual adquirida del conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
Felicitación del Papa
Ayer, al final de la Misa celebrada en la iglesia de Santo Spirito en Sassia, el Papa Francisco exhortó a los hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que celebraban la Fiesta de la Pascua, a proclamar juntos: “¡Verdaderamente el Señor ha resucitado!” (Lc 24:34).
“Especialmente en este tiempo de prueba, sintamos qué gran regalo es la esperanza que viene de haber resucitado con Cristo! En particular, me alegro con las comunidades católicas orientales que, por razones ecuménicas, celebran la Pascua junto con las ortodoxas: que esta fraternidad sea de consuelo donde los cristianos son una pequeña minoría”, añadió.