(zenit – 29 abril 2020).- El gran maestre de la Orden de Malta, fray Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, ha fallecido en Roma, pocos minutos después de la medianoche del 29 de abril, “a consecuencia de una enfermedad incurable diagnosticada hace escasos meses”, indica la Orden en un comunicado.
Desde este momento, asume las funciones de lugarteniente ad interim y permanecerá a la cabeza de la Orden el gran comendador, Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, hasta la elección del nuevo gran maestre, según el artículo 17 de la Constitución de la Orden, comunica el Gran Magisterio de la Orden de Malta.
El máximo representante de la Orden Militar Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta, natural de Roma, ha muerto a los 76 años. Fue elegido 80° gran maestre de la Orden por el Consejo Pleno de Estado del 2 de mayo de 2018.
Se trata de un cargo vitalicio entre los caballeros profesos por el Consejo Pleno de Estado. De acuerdo con la Constitución, como soberano y superior religioso, “debe dedicarse plenamente al desarrollo de las obras de la Orden y a dar a todos los miembros ejemplo de respeto a los principios cristianos”.
Giacomo Dalla Torre se encontró con el Papa Francisco el pasado 28 de junio de 2019, en el Palacio Apostólico Vaticano, tal y como marca la tradición en torno a la festividad de san Juan, 24 de junio, en conmemoración del protector de la Orden.
80º Príncipe y Gran Maestre
Fray Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto nació en Roma el 9 de diciembre de 1944. Licenciado en Letras Clásicas y Filosofía por la Universidad La Sapienza de Roma, se especializó en Arqueología Cristiana e Historia del Arte. Ostentó cargos académicos en la Pontificia Università Urbaniana, impartiendo griego clásico, y fue también bibliotecario y archivero jefe de las importantes colecciones de investigación de la Universidad. En el transcurso de su vida, publicó ensayos académicos y artículos sobre distintos aspectos de la historia del arte medieval.
Admitido en la Soberana Orden en 1985 como caballero de honor y devoción, fray Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto tomó los votos solemnes en 1993. De 1994 a 1999 fue gran prior de Lombardía y Venecia, y de 1999 a 2004 fue miembro del Consejo Soberano.
Fue elegido gran comendador en el Capítulo General de 2004. A la muerte del 78º gran maestre, fray Andrew Bertie, en febrero de 2008, asumió el cargo de lugarteniente ad interim. De 2008 a 2017, fray Giacomo Dalla Torre ocupó el cargo de Gran Prior de Roma.
Tras la dimisión del 79º gran Maestre, fray Matthew Festing, el Consejo Pleno de Estado del 29 de abril de 2017 lo eligió lugarteniente del Gran Maestre durante un año. En el Consejo Pleno de Estado posterior, el 2 de mayo de 2018, Dalla Torre fue elegido 80º Príncipe y gran maestre de la Soberana Orden de Malta.
“Gran espiritualidad” y “calor humano”
Con su gran espiritualidad y su calor humano, fray Giacomo Dalla Torre se implicó siempre personalmente en la asistencia a los necesitados, sirviendo almuerzos a los sin techo en las estaciones ferroviarias de Termini y de Tiburtina, en Roma. Participó en numerosas peregrinaciones internacionales de la Orden de Malta a Lourdes y en las peregrinaciones nacionales a Loreto y Asís.
Mostraba siempre una gran alegría en participar en los campamentos internacionales de verano de la Orden para jóvenes discapacitados y recibía un gran afecto de sus jóvenes voluntarios y de sus huéspedes.
En su condición de gran Maestre realizó numerosos viajes oficiales y de Estado. En enero pasado realizó una visita de Estado a Benín, en julio pasado a Camerún y más recientemente se desplazó hasta Alemania, Eslovenia y Bulgaria para mantener encuentros con sus respectivas autoridades. Durante sus viajes siempre manifestó el deseo de visitar las instalaciones sociosanitarias de la Orden para poder saludar personalmente tanto al personal como a los pacientes.
Con “su marcada humanidad y su profunda dedicación a la vida caritativa”, la figura del 80º Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta “será recordada por todos aquellos que lo conocieron por sus dotes diplomáticas y su tono, siempre cordial y afectuoso”, describe la propia Orden de Malta.