(zenit – 30 abril 2020)-. “Durante este tiempo de confinamiento el Espíritu Santo no ha dejado de actuar”, asegura el sacerdote español Fernando del Castillo, tras casi dos meses de celebraciones virtuales de la Eucaristía, catequesis online y llamadas telefónicas a sus feligreses ancianos.
Las parroquias que administra don Fernando en Vallecas, al sureste de Madrid son dos: San Pablo y Santos Cosme y Damián, que a su vez, forman una unidad parstoral.
El párroco español señala tres claves que han funcionado en su parroquia para este tiempo de confinamiento, durante el cual los fieles no han asistido físicamente a las iglesias: la dimensión espiritual, el descubrimiento de las nuevas tecnologías y los nuevos formatos de la caridad cristiana.
“Hemos vivido una Cuaresma y una Semana Santa de un modo nuevo pero no por eso menos intenso”, relata a zenit del Castillo. “Estos días han sido una oportunidad para profundizar en nuestra fe para orar para descubrir el propio hogar como lugar donde Dios habita. Hemos podido compartir la fe”.
Nuevas tecnologías
La segunda clave de esta experiencia es “descubrir y aprovechar todas las nuevas tecnologías que nos han posibilitado” – desde el teléfono, Whatsapp, Zoom, Team, Skype, que las parroquias éramos conscientes de este cauce, pero también nos ha hecho aprovecharlo mejor – y la red como un cauce de creatividad de presencia del Evangelio. Se ha generado, por ejemplo, con los feligreses más mayores o con los que viven solos, una “pastoral telefónica”.
Todos los días, el párroco en la capital española ha telefoneado a ancianos o personas que viven solas en sus hogares: “es la manera de acompañar a la gente mayor que no utiliza Whatsapp o que no utiliza otras tecnologías”, asegura.
Matrimonios
Don Fernando celebra diariamente la Eucaristía con muchos matrimonios y familias de sus parroquias, que le acompañan de manera virtual, mediante alguna aplicación digital. “Estos matrimonios, con sus hijos, han convertido su casa un lugar de oración, que algunos ya lo hacen habitualmente, pero otros no”. Por ejemplo, explica el párroco: “ponen un pequeño altar en casa”, o rezan “como si estuvieran en la Iglesia pero en su propio hogar”.
La manera en la que los fieles de estas parroquias participan en Misa va más allá de seguirla por la tele o por algún canal de video online. Los diferentes matrimonios interactúan desde sus casas con el párroco, y todos, junto con el sacerdote, han comentado que es “experiencia única y muy buena”, describe don Fernando.
Caridad cristiana
La tercera clave es “descubrir nuevos formatos de esa caridad cristiana”. En concreto, en estas parroquia, un grupo de voluntarios se ofreció para llevar alimentos a las familias necesitadas.
En total, han sido unas 50 familias. El voluntario contactaba personalmente con esa familia, le preguntaba qué alimentos necesitaba y se los llevaba. “Es una iniciativa muy buena”, señala el sacerdote. Vallecas, aunque no es una zona marginal, constituye una zona donde residen personas inmigrantes y trabajadoras “que viven al día, de su salario”, explica.