(zenit – 6 mayo 2020).- En la audiencia general de hoy, el Papa ha comenzado un nuevo ciclo de catequesis, en el que meditará sobre el tema de la oración. “La oración es el alimento de la fe y también su expresión”, ha recordado. “Es como un grito que sale del corazón del que cree y espera sólo en Dios”.
A las 9:25 horas en Roma, ha dado inicio este miércoles, 6 de mayo de 2020 la audiencia general, presidida por el Santo Padre en la biblioteca del Palacio Apostólico, junto a los sacerdotes que han traducido sus palabras a otros idiomas.
Francisco ha tomado como referencia a Bartimeo, que era ciego y pedía limosna sentado a la orilla del camino, para señalar que la oración se debe hacer con “humildad y perseverancia”, confiando en el Señor y “abandonándonos totalmente a su misericordia”.
Cuando oyó que Jesús estaba pasando por allí, Bartimeo no dudó en gritar pidiéndole que se compadeciera de él, ha narrado el Pontífice. Sus gritos molestaban a quienes estaban a su alrededor y quisieron hacerlo callar. Pero él, en cambio, gritaba aún más fuerte: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí”.
El Papa ha explicado que Bartimeo, “descartado y menospreciado por los demás, hizo una profesión de fe, reconoció a Jesús como el Mesías” y su ruego “conmovió el corazón del Señor, que lo llamó y le preguntó cuál era su deseo”.
Entonces, el grito del mendicante se convirtió en súplica: “Haz que recobre la vista”. Jesús, que vio la grandeza de la fe de Bartimeo, le abrió las puertas de su misericordia y de su omnipotencia, atendió su plegaria y le concedió lo que le pedía: la vista.
Este pasaje evangélico, indicó Francisco, “nos ayuda a comprender que la oración nace de la fe, brota de nuestro ser criaturas frágiles y necesitadas, de la continua sed de Dios que todos tenemos”.