(zenit – 8 mayo 2020).- “Hoy, en el santuario de Pompeya, se eleva la intensa oración de la Súplica a la Virgen del Rosario. Oremos juntos para que, por intercesión de la Virgen Santa, el Señor conceda misericordia y paz a la Iglesia y al mundo entero”.
Con estas palabras, el Papa Francisco recuerda a través de un tweet que en el día de hoy, 8 de mayo de 2020, tiene lugar el acto de devoción a la Virgen del Rosario.
De acuerdo a Vatican News, esta oración, conocida como Súplica a la citada advocación de María, fue escrita en 1883 por Bartolo Longo con el título “Acto de amor a la Virgen”, como respuesta a la Encíclica Supremi Apostolatus officio con la que León XIII indicó la recitación del Rosario para enfrentar los males de la sociedad.
Unión espiritual
En dicha plegaria, traducida a varios idiomas y recitada en todas partes del mundo, se pide a María que interceda por los males que afligen a la humanidad.
Es por ello, que, en este año en el que todo el mundo se ve afectado por la pandemia del coronavirus, el Papa animó también al final de la audiencia general del miércoles a “unirse espiritualmente en este popular acto de fe”.
En declaraciones al medio vaticano, el arzobispo de Pompeya, monseñor Tommaso Caputo, indicó que la actitud con la que se debe rezar esta plegaria es “con el corazón de hijos que se dirigen a su madre”.
Devociones marianas
Sobre la exhortación constante de Francisco a practicar las devociones marianas, el prelado considera que el Pontífice “tiene un corazón todo mariano”, “está enamorado de la Virgen y se puede ver por muchos gestos”.
Para el arzobispo, el Rosario es la oración que más “ha impresionado el recuerdo de los tiempos difíciles de la historia, desde el principio”. Por eso, en los últimos meses, se ha lanzado la propuesta de la retransmisión del Rosario a través de la página de Facebook del santuario de la Virgen de Pompeya.
En concreto, esta iniciativa consiste en recitar el Rosario por turnos, de 7 a 22 horas, de manera que “todos pueden, pueden elegir el momento en el que rezar, para formar una larga cadena de oración de quince horas”.
Oración “imbuida de fe”
Finalmente, Mons. Caputo subraya que, en estos tiempos de la COVID-19, los rezos “no son talismanes que nos protegen de todo, de un virus o de un evento que trastorna nuestra existencia”, pero, la fe, creer en Dios, “sostiene nuestra vida”.
Y agrega que la de la Virgen de Pompeya es una oración “imbuida de fe”, “no evitaremos la amargura y las dificultades, pero no tendremos miedo cuando, en nuestros corazones, tengamos la certeza de que Dios Padre está con nosotros, camina a nuestro lado. Y María está presente con Él”.