(zenit – 26 mayo 2020)-. El Fondo de Emergencia COVID-19 establecido por las Obras Misionales Pontificias garantiza el sustento de la comunidad de las clarisas del monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe en Casablanca (archidiócesis de Rabat), cuya subsistencia se ha visto gravemente afectada por el bloqueo causado por la pandemia de coronavirus.
Así lo ha explicado a la Agencia Fides el padre Simeón Stachera, director nacional de las Obras Misionales Pontificias de Marruecos en una nota publicada por el citado medio.
Papa Francisco
Efectivamente, el pasado 6 de abril de 2020, el Papa Francisco creó un fondo de emergencia en las Obras Misionales Pontificias con el fin de ayudar a las personas y comunidades que se han visto trágicamente perjudicadas por la propagación del coronavirus.
Como contribución inicial, el Santo Padre destinó 750.000 dólares de los Estados Unidos para el fondo y exhortó a las entidades eclesiásticas que puedan y deseen ayudar a contribuir con este fondo a través de las Obras Misionales Pontificias de cada país.
Afectadas por la pandemia
Según indica el citado medio, la comunidad de cinco Clarisas de Casablanca, de origen mexicano, se ha mantenido durante mucho tiempo en medio de muchas dificultades, gracias a la producción de hostias para las celebraciones eucarísticas y de productos alimenticios (mermeladas, rústicos, tortillas) comercializados en la red de restaurantes.
No obstante, la cuarentena por la pandemia del coronavirus ha causado la suspensión de estas pequeñas iniciativas destinadas a garantizar la autosuficiencia económica del monasterio: las liturgias eucarísticas con presencia de fieles están suspendidas (por lo que no hay consumo de hostias) y los restaurantes también están cerrados.
Además, en el monasterio tienen que hacer frente a los gastos del salario de un empleado como administrador y los de la vida ordinaria de la comunidad, como el consumo de electricidad.
Donaciones
De acuerdo a Fides, la cantidad solicitada al Fondo de emergencia COVID-19 de las Obras Misionales Pontificias es tres veces la suma mensual garantizada al monasterio a través de las mencionadas actividades realizadas antes de la crisis y contribuirá al sustento de la comunidad de las Clarisas en estos tiempos difíciles.
En la carta en la que solicitaban la ayuda económica para el monasterio de Casablanca, el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, señala que ha instado a los sacerdotes y las comunidades religiosas de su arquidiócesis a unirse generosamente a la campaña de donaciones para el Fondo de emergencia Covid instituido en las Obras Misionales Pontificias.
Igualmente, informa que el fruto de esta campaña ha sido el envío de generosas donaciones de las comunidades católicas de la arquidiócesis de Rabat y Tánger a este Fondo.