(zenit – 27 mayo 2020).- De cara a la preparación de la fiesta de Pentecostés, el Papa exhorta a “ser siempre dóciles a la acción del Espíritu Santo, para que vuestras vidas sean siempre caldeadas e iluminadas por el amor que el Espíritu de Dios derrama en vuestros corazones”.
Este mensaje ha sido pronunciado por el Santo Padre al final de la audiencia general de hoy, 27 de mayo de 2020, durante su saludo a los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados, a los que también ha bendecido.
Como es habitual desde la irrupción de la pandemia de la COVID-19, el acto fue transmitido desde la biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano y transmitido en directo por zenit.
Los dones del Espíritu Santo
Previamente, en sus palabras a los fieles de Polonia, Francisco también se refirió a Pentecostés: “Imploramos la presencia del Espíritu Santo en nosotros, para que con sus dones, tan necesarios, nos ayude a progresar en la vida cristiana”.
En estos tiempos difíciles, continuó, “oremos con las palabras que san Juan Pablo II pronunció en Varsovia: ‘¡Que tu Espíritu descienda y renueve la faz de la tierra! ¡De esta tierra!’ (2 de junio de 1979)”.
En su cuarta catequesis de la serie sobre la oración, el Pontífice ha reflexionado en torno a “La oración de los justos”. Sobre ella ha indicado que parece ser “el dique, el refugio del hombre ante la oleada de maldad que crece en el mundo” y que “también rezamos para ser salvados de nosotros mismos”.