(zenit – 10 junio 2020).- En la audiencia general, el Papa Francisco continuó con el ciclo de catequesis sobre la oración, relatando la historia del patriarca Jacob, “un hombre que había hecho de la astucia su mejor arma”.
Efectivamente, el Santo Padre reflexionó sobre “La oración de Jacob” hoy, 10 de junio de 2020, en la audiencia general de los miércoles celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico debido a la actual pandemia de COVID-19 y transmitida en directo por zenit.
Francisco resaltó que Jacob siempre estuvo enfrentado con su hermano Esaú y, con sutilezas, consiguió la bendición de su padre que pertenecía a su hermano como primogénito. A través de distintas “argucias”, Jacob se hizo rico, “se hizo a sí mismo con tenacidad y paciencia”, relató el Papa.
Encuentro con Dios
No obstante, un día quiso volver a casa y en el camino, por la noche, se produjo su encuentro con Dios, descrito “como una lucha con un desconocido en medio de la oscuridad”, símbolo “del combate de la fe y de la victoria de la perseverancia”, señaló.
En esta pelea, el Señor hirió a Jacob en la pierna y le dejó cojo, “mostrándole así su verdadera condición de fragilidad y vulnerabilidad”, y “la forma de ‘luchar con Dios’”, indicó el Pontífice.
No obstante, a ese Jacob herido, “Dios lo bendijo y le dio un nombre nuevo, haciéndole entrar en su tierra con el corazón renovado” y “quien antes era ‘impermeable’ a la gracia y a la misericordia a causa de su presunción, Dios lo salvó de su extravío y lo miró con ternura”, concluyó el Obispo de Roma.