(zenit – 13 julio 2020).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) denuncian en un comunicado el aumento de la violencia contra las mujeres e instan a trabajar conjuntamente para fortalecer los valores tanto en los hogares como en la sociedad.
El texto, titulado “La violencia contra la mujer expresión de una sociedad deshumanizada”, fue leído en rueda prensa el pasado 10 de julio por Mons. Aurelio Pesoa, secretario general de la CEB, acompañado por el padre Ben Hur Soto, secretario para la Pastoral de la CEB.
De acuerdo a los datos de las Naciones Unidas, Bolivia es uno de los países con mayor índice de violencia de género. Siete de cada diez mujeres sufren maltrato de todo tipo y diariamente son denunciados de 10 a 12 casos. De los 4.800 casos de violencia reportados, el 95% son mujeres.
Muerte de una niña
Los miembros del episcopado expresan su “indignación y consternación” ante la reciente historia de la pequeña Esther, que ha sacudido al país y ha vuelto a poner de relieve el abuso y la explotación de los niños. La niña, de tan solo 9 años y que vivía en El Alto, fue encontrada sin vida el pasado 5 de julio.
El comunicado señala que existen signos de “complicidad y encubrimiento”, “de una sociedad que se deshumaniza cada vez más”.
Además, ante este trágico suceso, los prelados expresan “nuestra solidaridad con su mamá, sus familiares, amigos y aseguramos nuestra oración por el eterno descanso de quien ha sido víctima de extrema violencia, cuando apenas comenzaba a vivir, uniéndose a la ya larga lista de niñas y mujeres víctimas de la violencia en Bolivia.”
Fortalecer valores en el hogar
Por otra parte, señalan que “no cabe duda de que la pandemia y la necesaria cuarentena, han trastocado nuestro mundo” de “múltiples formas”. En consecuencia, “muchos problemas estructurales de la sociedad se han profundizado”, como es el caso de la violencia doméstica contra la mujer.
Ante todo ello, consideran que es preciso “trabajar mucho y sostenidamente en fortalecer los valores dentro del hogar, con relaciones saludables, de respeto entre esposos, entre padres e hijos, entre tíos, sobrinos, nietos”.
“Es en el hogar en que se debe fomentar el diálogo, la confianza y la no violencia. Hay que redoblar los esfuerzos por abordar los conflictos desde una perspectiva de no violencia”, prosiguen.
Llamamientos
Por último, exhortan a todos los agentes pastorales y a todas las instancias de la Iglesia, así como a toda la sociedad boliviana, “a unir esfuerzos en esta lucha”, pues “todos estamos llamados a llevarla a cabo para que ninguna injusticia sea callada, para que nadie deba llorar en silencio y soledad las secuelas de una agresión y para que toda forma de violencia sea juzgada y superada”.
Igualmente, llaman a los responsables políticos “a predicar con el ejemplo buscando caminos de diálogo, para superar las diferencias”.