(zenit – 15 julio 2020).- Las “virtudes heroicas” de la religiosa española María Félix Torres, fundadora de la Compañía del Salvador (1907-2001) fueron reconocidas por el Papa Francisco en una audiencia con el cardenal Angelo Becciu el 10 de julio de 2020. El reconocimiento de un milagro abriría la puerta a su beatificación.
El Papa aprobó la publicación de un total de cinco decretos de la Congregación para las Causas de los Santos, reconociendo un milagro debido a la oración de una laica italiana, y que cuatro bautizados han vivido las virtudes humanas y cristianas de manera “heroica”.
María Félix Torres, fundadora de la Compañía del Salvador, nació el 25 de agosto de 1907 en Albelda (España).
Estudió en el Colegio de la Compañía de María de Lérida y a los catorce años experimentó por primera vez los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola, como se lee en su biografía publicada en la página web dedicada a su vida: “Sintió muy intensamente el amor y la llamada del Señor, y su respuesta -como leemos en su diario- no pudo ser más clara y decidida: ‘Soy plena y conscientemente suya para siempre’”.
Sus padres se opusieron a su vocación religiosa, por lo que comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de Zaragoza, donde obtuvo la licenciatura en Ciencias Químicas en 1930.
El 15 de agosto de 1934, junto con su primera compañera, Carmen Aige, hizo “un voto privado de pasar su vida en beneficio de las almas y al servicio de la Iglesia”. Poco a poco, otros jóvenes académicos se unieron a ella. En Barcelona, en 1940, recibieron el permiso para vivir en comunidad y, en 1952, fueron reconocidos como una Congregación religiosa de derecho diocesano. En 1986, la Compañía del Salvador fue aprobada por la Santa Sede como un Instituto de Derecho Pontificio.
Durante dieciocho años, la madre María Félix fue la superiora general de la comunidad. Se ocupó de muchos jóvenes universitarios y abrió los Colegios Mater Salvatoris en España y América para “hacer de los jóvenes”, como dice su biografía, “un fermento evangélico permanente en la sociedad para llevarlos a Jesucristo”.
Hasta su muerte, el 12 de enero de 2001, en la Curia General de Madrid, la madre María Félix fue verdaderamente el “alma y madre” de la Congregación, “aunque vivió una vida tan discreta que pocos sabían que era la fundadora”.
La causa de su Canonización se inició en Madrid en 2009, ocho años después de su muerte. La fase diocesana de su causa concluyó el 28 de noviembre de 2016.