(zenit – 23 julio 2020).- “Los niños y los jóvenes deben recibir lo mejor que la sociedad puede ofrecer, y lo mejor se llama educación” es la invitación de monseñor Fernando Bascopé Müller, presidente del área de educación de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) y obispo castrense de Bolivia, en un mensaje a la comunidad educativa.
El educador lanzó la reflexión en un video difundido en la página de la Conferencia, Iglesia Viva, el 9 de julio de 2020, para enfatizar que “la educación no debe detenerse absolutamente, ni siquiera a tiempo”.
En el video, el prelado destaca la solidaridad con los estudiantes, manifiesta el compromiso de las obras educativas de la Iglesia para paliar la falta de educación, a los educadores valorando el enorme esfuerzo que realizan en medio de la pandemia, y a los padres y madres de familia recordando que siguen siendo protagonistas de la educación de sus hijos.
“No hay duda –indicó– de que lo mejor sería una educación directa y cara a cara y que la educación digital tiene sus límites y necesita ser mejorada”. Sin embargo, según el prelado, es mejor estar satisfecho con lo que se tiene en este momento, que “no tener nada y perder un tiempo precioso en la vida sin hacer nada que entrene y ayude a desarrollar las propias habilidades”.
Además, monseñor Bascopé Müller cree que “esos jóvenes tienen la suerte de tener acceso a clases virtuales gracias a los padres que aprecian la importancia de la educación” y a los profesores que “han hecho un esfuerzo especial para que continúen incluso durante el período de la pandemia”.
Dirigiéndose a los estudiantes, el obispo les animó, a pesar de las muchas dificultades causadas por la cuarentena, a “aprovechar este tiempo para acercarse a sus seres queridos y aprender lo más posible, porque el buen Señor les ha dado muchos talentos que pueden desarrollar”.
Al mismo tiempo, el prelado expresó su cercanía a las personas que no tenían acceso a la educación digital y se encontraban en un período de formatos vacíos. “Sin duda alguna”, continuó monseñor Bascopé Müller, “se sentirán frustrados y desconcertados, pero les instamos a que no se dejen abrumar por este desánimo y también a que animen a quienes les rodean a dar valor a la educación y a que se organicen mejor para resolver la falta de educación dondequiera que estén”.
El obispo boliviano también aseguró que las obras educativas de la Iglesia se comprometen a buscar nuevos caminos a través de estrategias diferentes y reeditadas para superar la falta de educación.