(zenit – 27 julio 2020).- Luego de más de cuatro meses de establecidas las medidas sanitarias para salvaguardar la salud de los fieles, la Iglesia en El Salvador ha dado a conocer el protocolo oficial a considerar para una reapertura gradual de los templos.
En un documento publicado por la Conferencia Episcopal del país centroamericano los obispos afirman que se “buscará garantizar la salud de los religiosos, los servidores y todos los asistentes a las misas”. Además, aseguran que las fechas de inicio de cada etapa quedan a discreción de lo que “decidan las autoridades sanitarias del país”.
Diócesis listas para reabrir los templos
El obispo de la diócesis de Chalatenango, monseñor Oswaldo Escobar, expresó que tienen “todo preparado para enfrentar esta situación. Cada párroco sabe que a la entrada y salida de las iglesias habrá medidores de temperatura, alcohol gel, entre otras medidas para prevenir contagios”.
Durante los últimos cuatro meses, “los párrocos se han visto en la necesidad de reinventarse y llevar las Eucaristías, formaciones bíblicas y atención a las comunidades de manera virtual. Todo con el objetivo de llevar el alimento espiritual a cada hogar y mantener viva la fe de la iglesia”, aseguró el obispo carmelita.
Por su parte, Mons. José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, reiteró la invitación a “seguir las medidas sanitarias establecidas para prevenir el contagio del coronavirus” y a continuar “orando y no perder la fe en Dios en estos momentos difíciles”. Asimismo, manifestó su “cercanía y solidaridad con las familias que tienen parientes enfermos y por los que han perdido un ser querido”.
Muerte de sacerdotes y religiosas
En un comunicado publicado en el arzobispado de San Salvador, monseñor Escobar Alas lamentó la situación que vive el país y dijo a los fieles que “es muy importante que tengamos los mejores sentimientos de solidaridad ayudándonos mutuamente, preocupado cada uno por los demás. Dios se manifiesta en todos los actos buenos de solidaridad que se ofrecen a los hermanos que están pasando necesidad y Él bendice grandemente esos gestos”.
Además, el prelado dijo que El Salvador está de luto “por la muerte de tantos salvadoreños” y agregó que “lamenta la muerte del padre Roberto Urrutia, el padre Santiago Picinelli, la hermana religiosa Glorita Rodenas, la madre Yvonne Dagroot, la hermana Felicita Pérez”, quienes prestando su servicio a la iglesia, han sido víctimas de la pandemia.
Poderes del Estado sin acuerdos
Según los datos oficiales, El Salvador cuenta actualmente con 11.846 casos confirmados, de los cuales 4.806 están activos, 393 fallecidos y 6.705 se han recuperado.
El alza en los contagios se da en medio de la falta de acuerdos entre los órganos legislativo y ejecutivo para endurecer las medidas sanitarias para contar el aumento de casos, lo que ha llevado a los alcaldes de las localidades más afectadas a tomar sus propios protocolos de salud para contrarrestar el virus.
El presidente del país, Nayib Bukele, recibió alto respaldo de la población por su primer año de gestión, pero el manejo de la pandemia de la COVID-19 es uno de los factores que ha desgastado su imagen, de acuerdo con una encuesta de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) dada a conocer durante la semana pasada.
De acuerdo a un estudio del Instituto Universitario de Opinión Público (IUDOP), el 65,7 % de la población opina que el mandatario “está haciendo bien las cosas”, mientras que el 17,7 % dice que su desempeño es “regular” y el 16,6 % apuntó que “está haciendo las cosas mal”.