(zenit – 31 julio 2020).- El último día del mes de julio se celebra en la Iglesia Universal un día grande: la fiesta litúrgica del fundador de la Compañía de Jesús, hoy presente en los cinco continentes.
Con motivo del día de san Ignacio de Loyola, nos hacemos eco de la entrevista al superior general de la Compañía de Jesús en Vatican News.
El Papa Francisco, jesuita profeso desde 1973, ha celebrado la festividad del santo español. Desde su cuenta de Twitter, @Pontifex_es ha escrito: “Que san Ignacio nos enseñe la humildad que nos hace conscientes de que no somos nosotros quienes construimos el Reino de Dios, sino que es siempre la gracia del Señor que actúa en nosotros, frágiles vasijas de barro en las que hay un tesoro inmenso que llevamos y comunicamos”.
Encuentro personal con Cristo
Según el Padre Arturo Sosa, prepósito general de la Compañía de Jesús, la piedra angular de la espiritualidad ignaciana en la misión de la Compañía de Jesús “es el encuentro personal y profundo con Jesucristo, el Crucificado, resucitado. Y esa experiencia lleva a una tal familiaridad con Dios que uno se hace capaz de encontrar a Dios en todo momento y en todas las cosas”.
El superior de la orden ignaciana, entrevistado por Vatican News, afirma que el encuentro con Jesús “se convierte entonces en una experiencia liberadora por la cual se adquiere la libertad interior”, una virtud, a su modo de verlo, “hoy día indispensable” ya que “el mundo está cambiando muy rápidamente y si no somos libres frente lo que hacemos y somos en este momento, no podremos dar los pasos hacia el futuro”.
El desafío de la pandemia
En el contexto de la crisis que atraviesa el mundo hoy, provocada por la pandemia del coronavirus, el padre Sosa reconoce que esta última “pone de manifiesto las debilidades de la estructura social y política en la que vivimos”, y afirma que “se superará de algún modo el problema de salud, pero quedarán consecuencias políticas, económicas y sociales, y que ni siquiera nos imaginamos en este momento y que ya empezamos a experimentar”.
Al mismo tiempo, relata cómo lo viven dentro de la Compañía: “Estamos experimentando las mismas pruebas de toda la población que está padeciendo la epidemia, sobre todo, las consecuencias sociales de esta epidemia y las consecuencias políticas y económicas”.
Situación en América Latina
Preguntado por la situación que se está viviendo en América Latina, el sacerdote venezolano compartió “plenamente el inmenso dolor de tanta gente que está sufriendo las consecuencias sea porque han perdido familiares, sea porque han perdido personas amigas, sea porque están padeciendo la enfermedad, sea porque no tiene acceso a las estructuras que los puedan curar o porque han perdido su trabajo, porque no ven posibilidades de futuro”.
Al mismo tiempo, declara que “no queremos un mundo así, no queremos un mundo donde siempre los pobres son los que pagan la factura y para ello tenemos que realmente organizar estrategias para cambiar estructuras políticas y sociales que hagan posible enfrentar epidemias, que siempre tendremos en un modo distinto, y que podamos realmente humanizar nuestra vida”.