(zenit – 12 agosto 2020).- Por convocatoria de la Oficina General de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC-OFM), el pasado 8 de agosto de 2020, se celebró el webinar “Conferencia Eclesial de la Amazonía: Unidad y diversidad de nuestra Iglesia”, informa el Consejo del Episcopado Latinoamericano (CELAM) en un comunicado.
Se trata de un evento en el que intervinieron tres de los miembros de esta Conferencia Eclesial de la Amazonía, el presidente del CELAM, monseñor Miguel Cabrejos; la hermana Laura Vicuña Pereira, religiosa Catequista Franciscana, del pueblo indígena cariri; y Mauricio López, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
Espíritu del Sínodo
En su intervención, Mons. Cabrejos indicó que, con la Conferencia Eclesial de la Amazonía, se concreta el deseo de mantener vivo el espíritu del Sínodo de la Amazonía, lo que implica un compromiso de todos para que sea una realidad.
El prelado reconoció con gratitud que desde el momento en que se inició la preparación del Sínodo, la Iglesia de la región ha vivido un tiempo de gracia. Y aseguró que uno de los frutos de este proceso es la conciencia que invita a hacer una conversión hacia una Iglesia más sinodal, en donde todos caminen juntos como pueblo de Dios, una Iglesia que está en camino.
Por todo ellos, explicó, se hace vital promover una cultura de diálogo y escucha recíproca, donde se busque el consenso y la comunión para encontrar espacios y modos de decisión que se adapten a los desafíos pastorales, lo que requiere de un profundo sentido de corresponsabilidad y espíritu de servicio.
Toma de conciencia
Igualmente, el presidente del CELAM recordó que la conversión es un proceso de toma de conciencia que se logra con la gracia de Dios y la suficiente valentía para asumir los cambios necesarios.
En este sentido, remarcó que urge caminar, proponer y asumir las responsabilidades para superar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias, que en muchas oportunidades hieren y obstaculizan el anuncio de la Buena Nueva que Dios nos quiere entregarnos a través de las personas y los acontecimientos vividos.
Fruto de un proceso
El secretario ejecutivo de la REPAM insistió en que la Conferencia Eclesial de la Amazonía es fruto de un proceso, de un discernimiento, de las propuestas del Documento Final del Sínodo, aprobado y asumido por el Papa en “Querida Amazonía”, explica la red eclesial en una nota.
En ese documento pontificio, según él, hay elementos estructurantes, como el rito amazónico, la Universidad de la Amazonía, la ministerialidad de la Iglesia ante la realidad de los pueblos en la Amazonía. Todas ellas constituyen propuestas esenciales del Sínodo que requieren una estructura de largo aliento, algo que se concreta en la Conferencia Eclesial de la Amazonía.
Tras novedades inéditas
En este nuevo organismo Mauricio destaca tres novedades inéditas. La primera, es que se trata de una conferencia, el mayor estatus dentro de la Iglesia; la segunda es que no es episcopal, supone una verdadera conferencia eclesial, con presencia de los pueblos originarios, de laicos, que puede iluminar a otras regiones; y, por último, es de la Amazonía, lo cual rompe con la noción de Estado, de país, y responde a un territorio.
Implica por tanto, un ejercicio de sinodalidad, que está siendo acompañado de cerca por el Papa Francisco, de un fruto del Espíritu, de un kairós. Una novedad del Espíritu, con perspectiva a largo plazo, que busca la complementariedad, apuntó Mauricio López.
Cuerpo institucional
Por su parte, en su intervención, Laura Vicuña Pereira, declaró que la nueva conferencia amazónica proporciona un cuerpo institucional a todo el trabajo que se realiza en el territorio amazónico.
Se trata de “una luz que puede iluminar, irradiar, desde la periferia, las voces que han sido silenciadas, las espiritualidades que han sido borradas”. En ese sentido, representa “un encuentro del Buen Vivir con la Buena Nueva del Evangelio, un aliento de la Ruah Divina”.
De acuerdo a la REPAM, para la representante de los pueblos indígenas, la Conferencia Eclesial de la Amazonía trae a la mente “la diversidad de la Iglesia de la Amazonía, un proceso de inculturación de la fe, afirmando la importancia de los pueblos originarios, guardianes de una cultura milenaria, de una gran biodiversidad. Ellos son quienes nos enseñan a amar y cuidar el territorio como la vida misma, pensando en las futuras generaciones”.
Crisis sanitaria
La religiosa se refirió también la crisis sanitaria que se vive en la región, ante la cual los gobiernos han optado por defender la economía y no la vida. Una crisis sanitaria que acompañada por el aumento de la falsificación de documentos de tierra, los incendios, la deforestación, en una región donde el crimen organizado está cobrando cada vez más fuerza.
En esa coyuntura, la representante de los pueblos originarios percibe el nuevo organismo amazónico como un medio de defensa de los derechos de los pueblos amazónicos y de la Madre Tierra.
Nuevas formas de organización
Junto a todo ello, Vicuña expuso que nos encontramos ante una novedad: “Superando el modelo androcéntrico, patriarcal y clerical, buscando nuevas eclesiologías, formas de organización dentro de la Iglesia”.
“La diversidad de la formalización institucional nos ayudará a hacer este camino, este aprendizaje, teniendo como protagonistas a los pueblos de la región”, puntualizó.
El objetivo es “construir una Iglesia que viva la unidad, la comunión en la diversidad, y para ello es necesario estar interconectado. La diversidad solo puede crecer y producir muchos frutos si está interconectada”, expuso la religiosa Catequista Franciscana.