(zenit – 11 sept. 2020).- Tras el incendio que asoló el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, la noche del martes 8 al miércoles 9 de septiembre de 2020, el cardenal Jean-Claude Hollerich apela a la humanidad de Europa.
En una entrevista con Radio Vaticana en alemán (Gudrun Sailer) el 9 de septiembre de 2020, el arzobispo de Luxemburgo, presidente de la COMECE, hizo un llamamiento a los países más ricos de Europa para que asuman sus responsabilidades en la acogida de los refugiados que lo han perdido todo en la catástrofe. Ayer, 10 de septiembre, publicamos un llamamiento de Sant’Egidio a Europa en este sentido.
El cardenal Hollerich, también jesuita, fue recibido en audiencia por el Papa Francisco el jueves 10 de septiembre en el Vaticano. El Santo Padre visitó el campamento de Moria el 16 de abril de 2016, junto con el patriarca Bartolomé y el arzobispo ortodoxo de Atenas, Jerónimo, y firmaron una importante Declaración Conjunta.
El arzobispo de Luxemburgo apela a la humanidad de Europa: “Creo que lo que está ardiendo o se ha quemado allí no es sólo el campo de Moria, el campo de refugiados. La esperanza del pueblo se ha quemado. La humanidad de Europa, la tradición del humanismo, del cristianismo, ya no existe tampoco. Ya cuando visité el campamento con el cardenal Krajewski en nombre del Santo Padre y hablamos con la gente, nos dimos cuenta de que ya no tenían esperanza. Han perdido toda esperanza, están desesperados, no saben qué hacer. El fuego mismo me parece una expresión de toda esta desesperación”.
Para el presidente de las conferencia episcopales europeas, ya no bastan las palabras amables: “Creo que esto ya no es suficiente. Tenemos que aceptar nuestra responsabilidad como seres humanos. Esto significa que todos los países que han prometido acoger a los niños y a los enfermos no siempre deben posponerlo por cualquier razón. En vez de eso, deberían hacerlo ahora. También creo que la Iglesia debe actuar. Sant’Egidio está muy presente, y ya han llevado a muchas personas por los corredores humanitarios, especialmente en Italia. Y si la pobre Italia todavía puede acoger a toda esta gente, no entiendo por qué los países menos afectados por la crisis de la corona no pueden también hacer su contribución”.
El cardenal Hollerich subraya la urgencia de la situación: “Creo que muchos gobiernos están escuchando a la derecha radical que no quiere refugiados (…). Esto lleva a Europa a la inhumanidad, perdemos nuestro sentido de la humanidad”.
En 2019, Mons. Hollerich fue a Moria y luego recibió a dos familias de refugiados en el arzobispado de Luxemburgo. Él testifica: “Puedo decirles la alegría que siento cuando visito a estas dos familias (…). La gente está tan feliz de tener una vida normal. Los niños, que nunca tuvieron la oportunidad de ir a la escuela, están aprendiendo el alfabeto ahora mismo. Tienen esperanza de vivir. Tenemos que darle esperanza a esta gente”.
