(zenit – 11 sept. 2020).- La Colecta de Tierra Santa para el año en curso, pospuesta a causa de la pandemia de coronavirus, tendrá lugar el próximo domingo, 13 de septiembre de 2020.
A causa de la emergencia sanitaria por la COVID-19, el Papa Francisco aprobó que la Colecta Pontifica por los Santos Lugares, que tradicionalmente se celebra el Viernes Santo, se trasladase a este domingo por su proximidad a la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que se celebra el lunes 14 de septiembre.
Así lo anunció la Congregación para las Iglesias Orientales a través de un comunicado difundido el pasado 2 de abril de 2020.
Colecta de Tierra Santa
La Colecta de Tierra Santa es una campaña impulsada por la Iglesia para salvaguardar la presencia cristiana en los Santos Lugares y para dar voz a las personas que no la tienen en los países de Oriente Medio.
Los territorios que se benefician de diferentes formas gracias a la ayuda procedente de la Colecta son: Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.
Ayuda para las comunidades
Dado que el estallido de la pandemia ha provocado el cese de la actividad turística en Tierra Santa, los lugares santos e instituciones, así como los trabajadores cristianos, han dejado de recibir los ingresos generados por dichas actividades.
En este sentido, el padre Solana, sacerdote y director del Proyecto Magdala en Israel, recordó en una entrevista con zenit la importancia de esta colecta para Tierra Santa, ya que estos recursos permiten la subsistencia de la Iglesia local en la consabida zona geográfica y, eventualmente, “para un modesto crecimiento o seguro de vida”.
Signo de esperanza
Asimismo, en la citada nota de la Congregación para las Iglesias Orientales, firmada por el cardenal Sandri, se indica que, efectivamente, las comunidades cristianas de Tierra Santa, también expuestas a la COVID-19 y que viven frecuentemente en contextos “ya muy probados”, son beneficiarias cada año “de la generosa solidaridad de los fieles de todo el mundo, para poder continuar su presencia evangélica, además de mantener escuelas y estructuras asistenciales abiertas a todos los ciudadanos para la educación humana, la coexistencia pacífica y la atención especialmente a los más pequeños y a los más pobres”.
Tanto en Oriente como en Occidente, la celebración, “que conmemora el hallazgo de la reliquia de la Cruz por santa Elena y, de hecho, el inicio del culto público en Jerusalén con la construcción de la basílica del Santo Sepulcro”, será “un signo de esperanza y de salvación redescubierta después de la Pasión a la que muchos pueblos están ahora asociados, así como de solidaridad con los que siguen viviendo el Evangelio de Jesús en la Tierra donde ‘todo comenzó’”, concluye el comunicado.