Papa víctimas incendios Lesbos

Saludo del Papa, 29 diciembre 2019 © Vatican Media

Ángelus: Cercanía del Papa a las víctimas de los incendios de Lesbos

Saludos al terminar la oración

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(zenit – 13 sept. 2020).- Este domingo, tras el rezo del Ángelus, el Papa ha expresado su “cercanía” a las víctimas de los incendios de Lesbos, que han perdido su refugio: “Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las víctimas de estos dramáticos acontecimientos”.

Este 13 de septiembre de 2020, víspera de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, el Santo Padre ha recordado que se celebra la colecta por los santos lugares en Tierra Santa y ha invitado a participar en ella y a peregrinar allí “en espíritu, con imaginación, con el corazón, a Jerusalén, donde, como dice el Salmo, están nuestras fuentes”.

Asimismo, Francisco ha enviado un cariñoso a los ciclistas afectados por la enfermedad de Parkinson que recorrieron la Vía Francígena desde Pavia hasta Roma, presentes en la plaza de San Pedro para rezar el Ángelus con el Papa. “¡Han sido muy valientes! Gracias por este testimonio”, les ha dicho el Pontífice.

A continuación les ofrecemos las palabras del Papa después de rezar la oración mariana con los fieles reunidos en San Pedro, difundidas en italiano por la Oficina de Prensa de la Santa Sede y traducidas al español por la redacción de zenit.

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Palabras del Papa después del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas!

En los días pasados, una serie de incendios ha devastado el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, dejando miles de personas sin refugio, a pesar de que fuera precario.

Está siempre vivo en mí el recuerdo de la visita realizada allí y del llamamiento hecho junto al patriarca ecuménico Bartolomé y al arzobispo Jerónimo de Atenas, para asegurar “una acogida humana y digna para las mujeres y hombres migrantes, a los refugiados y a quienes buscan asilo en Europa” (16 abril 2016). Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las víctimas de estos dramáticos acontecimientos.

Además, en estas semanas asisten en todo el mundo –en tantas partes—a numerosas manifestaciones populares de protesta, que expresan el creciente malestar de la sociedad civil ante situaciones políticas y sociales especialmente críticas.

Mientras exhorto a los manifestantes a presentar sus demandas de manera pacífica, sin ceder a la tentación de la agresividad y a la violencia, hago un llamamiento a todos aquellos que tienen responsabilidades públicas y gubernamentales para que escuchen la voz de sus conciudadanos y satisfagan sus justas aspiraciones, garantizando el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades civiles.

Invito finalmente a las comunidades eclesiales que viven en tales contextos, bajo la guía de sus pastores, a trabajar por el diálogo, siempre a favor del diálogo, y a favor de la reconciliación, hoy hemos hablado de perdón, de reconciliación.

A causa de la situación de la pandemia, este año la tradicional colecta por Tierra Santa se trasladó del Viernes Santo a hoy, víspera de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. En el contexto actual, esta colecta es todavía un signo de esperanza y solidaridad con los cristianos que viven en la Tierra donde Dios se hizo carne y murió y resucitó por nosotros. Hoy, realicemos una peregrinación espiritual, en espíritu, con imaginación, con el corazón, a Jerusalén, donde, como dice el Salmo, están nuestras fuentes (cf. Sal 87,7), y hagamos un gesto de generosidad para esas comunidades.

Les saludo a todos vosotros, fieles romanos y peregrinos de diferentes países. En particular, saludo a los ciclistas afectados por la enfermedad de Parkinson que recorrieron la Via Francigena desde Pavia hasta Roma. ¡Han sido muy valientes! Gracias por este testimonio.

Saludo a la Cofradía Madonna Addolorata (Virgen de la Dolorosa) de Monte Castello di Vibio. Veo que también hay un sí de la Comunidad Laudato si’: gracias por todo lo que hacen; y gracias por el encuentro de ayer aquí, con “Carlin” Petrini y todos los líderes que van adelante en esta lucha por la custodia de la creación.

Les saludo a todos ustedes, a todos, en modo especial a las familias italianas que en el mes de agosto han dedicado a la hospitalidad de los peregrinos. ¡Son tantas! A todos les deseo un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y adiós!

© Librería Editorial Vaticano

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Rosa Die Alcolea

Profesional con 7 años de experiencia laboral en informar sobre la vida de la Iglesia y en comunicación institucional de la Iglesia en España, además de trabajar como crítica de cine y crítica musical como colaboradora en distintos medios de comunicación. Nació en Córdoba, el 22 de octubre de 1986. Doble licenciatura en Periodismo y Comunicación Audiovisual en Universidad CEU San Pablo, Madrid (2005-2011). Ha trabajado como periodista en el Arzobispado de Granada de 2010 a 2017, en diferentes ámbitos: redacción de noticias, atención a medios de comunicación, edición de fotografía y vídeo, producción y locución de 2 programas de radio semanales en COPE Granada, maquetación y edición de la revista digital ‘Fiesta’. Anteriormente, ha trabajado en COPE Córdoba y ABC Córdoba.

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