(zenit – 16 sept. 2020).- El Papa Francisco ha celebrado esta mañana su tercera audiencia general en el patio de San Dámaso, con la presencia de fieles, y ha ofrecido la séptima reflexión de la serie dedicada a los desafíos de la COVID-19, una catequesis sobre el cuidado y la contemplación.
En su discurso en italiano, el Papa, continuando el ciclo “Sanar el mundo”, centra su meditación en el tema “Cuidado de la casa común y actitud contemplativa” (Lectura: Gen 2:8-9.15).
Para salir de la pandemia, el Santo Padre ha exhortado a “cuidar” y cuidarnos mutuamente entre nosotros, apoyar a los “cuidadores” de los más débiles, de los enfermos y de los ancianos, y cuidar asimismo nuestra casa común.
Mejor antídoto: Contemplación
Para ello, el mejor antídoto que Francisco ha recomendado es “la contemplación”, pues “ser contemplativos nos lleva a ser responsables, con estilos de vida sostenibles que respeten y protejan la naturaleza, de la que también nosotros formamos parte”, ha descrito.
Especialmente en este mes de septiembre, celebramos el Tiempo de la Creación, un periodo de oración y acción por el cuidado de la casa común, por lo que el Pontífice ha recordado hoy que “la tierra y todas las criaturas pertenecen al Señor que las creó y que nos las encomendó para que las conservemos y protejamos”.
Custodios de la casa común
Francisco ha aclarado que nosotros también somos parte de la creación, pero ha advertido que “no somos sus dominadores absolutos, con la pretensión de querer ocupar el lugar de Dios, pensando que tenemos derecho a depredarla, explotarla y destruirla”.
En cambio, ha explicado,“la misión que Él nos ha confiado es que seamos los custodios de esta casa común que nos acoge, y aprendamos a respetarla y a evitar que la sigan maltratando y arruinando”.