(zenit – 23 sept. 2020).- El Papa evoca al Padre Pío, “incansable dispensador de la misericordia divina”, el día de su fiesta litúrgica, en la audiencia general, celebrada este miércoles, 23 de septiembre de 2020, en el patio de San Dámaso, dentro del Vaticano.
En su saludo a los fieles de habla italiana, después de la catequesis, el Pontífice les ha animado a “planificar su futuro como un servicio generoso a Dios y al prójimo”, y ha dedicado un pensamiento especial a los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados.
Como el Padre Pío, confiar en Dios
“Que el testimonio de fe y de caridad que animó a San Pío de Pietrelcina, del que hoy nos acordamos, sea para cada uno una invitación a confiar siempre en la bondad de Dios, acercándose con confianza al Sacramento de la Reconciliación, del que el santo del Gargano, incansable dispensador de la misericordia divina, fue asiduo y fiel ministro”, dijo el Santo Padre.
En el 50º aniversario de la muerte de san Pío de Pietrelcina, en marzo 2018, el Papa Francisco visitó su ciudad natal, en la diocésis de Benevento, en Italia, con motivo del centenario de la aparición de los estigmas del Padre Pío, y a San Giovanni Rotondo.
Humilde fraile capuchino
“Este humilde fraile capuchino sorprendió al mundo por su vida toda dedicada a la oración y la escucha paciente de sus hermanos, sobre los sufrimiento él vertía el bálsamo de la caridad de Cristo”: Así lo recordó el Obispo de Roma el día de su visita pastoral a Pietrelcina, pueblo del santo capuchino italiano.
Murió el 23 de septiembre de 1968, tras medio siglo con los estigmas. Juan Pablo II lo beatificó el 2 de mayo de 1999, y lo canonizó el 16 de junio de 2002.
El Padre Pío es uno de los más conocidos estigmatizados y una de las figuras emblemáticas del siglo XX, extraordinariamente probado y aclamado como santo antes de su muerte.