(zenit – 24 sept. 2020).- Altum Faithful Investing, empresa española de asesoramiento financiero fundada en 2017 por Borja Barragán, es la primera compañía de inspiración católica en lograr el certificado de primera Empresa Social de asesoramiento financiero en Europa.
En entrevista exclusiva con zenit, el empresario español expone cómo su empresa, “centrada en la persona” responde a la propuesta del Papa Francisco en su encíclica Laudato si’: llevar a cabo unas directrices éticas y ambientales que deben conducir a “evitar el apoyo a las empresas que perjudiquen la ecología humana o social (por ejemplo, el aborto y las armas) y la ecología ambiental (por ejemplo, los combustibles fósiles)”.
La certificación obtenida como “primera Empresa Social de asesoramiento financiero en Europa” ha sido otorgada por “Social Enterprise Mark”, la organización de referencia en Europa que tiene como objetivo velar para que aquellas empresas que se definen a sí mismas como “empresas sociales” cumplan con una serie de requisitos que las distingan como tal.
Altum Faithful Investing ha sido reconocida con el sello de Social Enterprise Mark, entidad que garantiza que su actividad constituye un beneficio para la sociedad y la preservación del medio ambiente, a la vez que demuestra rentabilidad en un modelo de negocio ético y responsable.
Tres criterios como empresa social
La empresa, fundada en 2017 por Borja Barragán, ha superado los criterios de calificación para la adjudicación del sello como son: Tener un objetivo social y/o ambiental claro y reconocido por todos los directivos y empleados, ser una empresa privada independiente que no dependa de subvenciones ni donaciones, y destinar al menos un 50% de los beneficios obtenidos a fines sociales.
La compañía destina el 100% de su beneficio distribuible a proyectos que apoyen la evangelización a través de la oración, la misión y la formación de vocaciones.
“Cumplimos con nuestro objetivo mercantil de ofrecer un servicio profesional a nuestros clientes, obtener unos ingresos suficientes para crear puestos de trabajo dignos, ser eficientes y garantizar nuestra supervivencia a corto, medio y largo plazo”, apunta Barragán.
Además, el fundador de Altum, añade las claves para entender este reconocimiento: “Como Empresa Social nuestro éxito se mide por la forma en que los recursos que seamos capaces de generar con nuestra actividad mercantil, ayuden a los proyectos sociales en los que colaboramos y que, además, colaboren para llevar a cabo la misión de la Iglesia Católica”.
A continuación, ofrecemos la entrevista que zenit ha realizado al fundador de
Altum Faithful Investing, Borja Barragán.
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zenit: Altum Faithful Investing ha obtenido el certificado de la primera Empresa Social de asesoramiento financiero en Europa. ¿Qué es una empresa social?
Borja Barragán: Hay diversas definiciones de qué es una empresa social, pero quizás la más extendida y la que mejor permite su evaluación y medición en el tiempo es que una empresa social debe tener un propósito social bien definido (reflejado en sus documentos estatutarios) y que se conozca entre todos los empleados (sobre todo por el equipo directivo), que tenga un modelo de negocio bien definido que lleve a cabo ese propósito social, que sea económicamente sostenible (como empresa mercantil no debe vivir de subvenciones o donaciones sino de su propio modelo de negocio) y que se dedique al menos el 50% del beneficio distribuible de la empresa al cumplimiento de su propósito social (en el caso de Altum hemos optado por el 100%). Frente a una concepción del beneficio como fin último de la empresa, en Altum preferimos optar por que la empresa esté al servicio de la persona y que todas las prácticas desde la remuneración de los empleados a la relación con todos nuestros stakeholders conduzcan a que la persona sea siempre el centro de la actividad económica.
zenit: El Papa Francisco anima en la encíclica Laudato si’ a llevar a cabo unas directrices éticas y ambientales que deben conducir a “evitar el apoyo a las empresas que perjudiquen la ecología humana o social y la ecología ambiental. Su empresa ofrece un asesoramiento financiero a sus clientes. ¿Cómo es este proceso, en el que transparencia juega un papel primordial?
Borja Barragán: Desde Altum ayudamos a nuestros clientes a realizar una gestión profesional de su patrimonio manteniendo en toda decisión de inversión criterios afines al magisterio católico, de tal manera que no tengan que elegir entre inversión y coherencia. Para ello, aplicamos una metodología de selección de valores que consiste no solo en analizar los criterios financieros de las inversiones (eso lo damos por supuesto al tratarse de una empresa de asesoramiento financiero), sino que también en incluir criterios éticos basados en los siguientes 4 pilares: Promoción de la Dignidad Humana; promoción de la Familia; promoción de la Vida; y cuidado y protección de la Creación.
Los criterios son plenamente públicos y accesibles en nuestra página web. Para su elaboración nos hemos nutrido de muy diversa documentación como son los legados escritos más relevantes de los tres últimos papas a través de sus encíclicas (san Juan Pablo II sobre todo en lo relacionado con vida y familia; Benedicto XVI con la dignidad humana; y el Papa Francisco en lo relacionado con la preservación del medio ambiente), así como de cartas pastorales, documentos doctrinales y principios de inversión responsable publicados por diferentes conferencias episcopales e instituciones religiosas católicas.
zenit: En el caso de ALTUM, el 100% de los beneficios distribuibles se destinan a proyectos que apoyen la evangelización. ¿Qué proyectos son?
Borja Barragán: La variedad de proyectos es tremendamente amplia, aunque el hilo conductor es siempre el mismo: ayudar a la evangelización basándonos en tres pilares: la promoción de la oración, la misión y la formación de vocaciones. Ejemplos en los que hemos colaborado pueden ser la ayuda a un orfanato llevado por unas religiosas en Daka o impulsar la iniciativa “TuClausuraMiClausura”, que durante los meses más difíciles del confinamiento ayudó al sostenimiento de la vida contemplativa. Recientemente hemos colaborado con el obispo Nfon de la diócesis de Kumba en la edición de 2.000 biblias, así como participado en la película El Mayor Regalo de Juan Manuel Cotelo.
zenit: ¿Cómo se trabaja la “reciprocidad” y la “lógica del don” en una empresa mercantil, que en principio busca un beneficio propio?
Borja Barragán: El beneficio es algo legítimo y necesario, pero no creemos que deba ser el fin último de la empresa. Sacando la analogía a nuestra propia vida, de la misma manera que nosotros necesitamos respirar para vivir, respirar no es el objetivo de nuestra vida. En nuestro caso concreto, como cualquiera otra empresa financiera, Altum cobra unos honorarios por sus servicios (en nuestro caso concreto asesorando la inversión del patrimonio de manera fiel a la enseñanza católica). Cumplimos con nuestro objetivo mercantil de obtener unos ingresos suficientes que permitan dar el mejor servicio posible a nuestros clientes, crear puestos de trabajo dignos, ser eficientes y garantizar nuestra supervivencia a corto, medio y largo plazo.
Como empresa centrada en la persona, buscamos vivir esa reciprocidad y lógica del don bajo el esquema del “don y tarea”: ante el don recibido (unos conocimientos materializados en una actividad económica concreta que genera un beneficio), tenemos la opción de o bien “enterrarlo bajo tierra” o bien acoger ese don y asumir la tarea de hacerlo fructificar. En nuestro caso concreto hemos optado que fructifique apoyando la misión de la Iglesia porque es la propia Iglesia la que nos ha estado acompañando a lo largo de toda nuestra vida y tantos dones (espirituales) nos ha aportado.