(zenit – 6 nov. 2020).- El Papa Francisco bendecirá una estatua de la Virgen María representada en la Medalla Milagrosa en la Rue du Bac (París) el 11 de noviembre de 2020, en el Vaticano. Una Virgen que luego recorrerá Italia durante un año, para reconfortar en tiempos de pandemia.
Esta iniciativa tiene lugar con ocasión del 190 aniversario de las apariciones marianas a santa Catalina Labouré (1806-1876), según un comunicado de la familia religiosa de san Vicente de Paúl emitido por la Santa Sede este 6 de noviembre de 2020.
Una delegación encabezada por el superior general de los Lazaristas, el P. Tomaž Mavrič, será recibida por el Papa. El evento marcará el lanzamiento de la “Peregrinación de María”: del 1 de diciembre de 2020 al 22 de noviembre de 2021, la estatua será acogida en las comunidades vicencianas de todas las regiones de Italia.
En su nota, los organizadores recuerdan las palabras de la Virgen María, que se apareció a una Hija de la Caridad, Catalina Labouré, en la noche del 18 al 19 de julio de 1830: “Hija mía, los tiempos son muy malos; las desgracias caerán sobre Francia… el mundo entero se verá abrumado por desgracias de todo tipo. Pero venid al pie de este altar: allí se derramarán las gracias sobre todos los que las demanden… Llegará un momento en que el peligro será grande; parecerá como si todo estuviera perdido. Estaré contigo, ten confianza… Ten confianza, no te desanimes, estaré contigo”.
El 27 de noviembre de 1830, la Santísima Virgen se le apareció de nuevo a Catalina en la capilla de su convento. Llevaba en sus manos un pequeño globo dorado coronado por una cruz, que representa “el mundo entero, Francia y cada persona en particular”. De sus manos salían rayos, “símbolo de las gracias que derramo sobre aquellos que me las piden”, explica la Virgen María. Catalina vio entonces la invocación “Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti” y oyó una voz que le pedía: “Haced acuñar una medalla sobre este modelo. Aquellos que lo lleven con confianza recibirán grandes gracias”.
“Incluso hoy, la Virgen María nos invita al pie del altar”, dicen los vicencianos, que desean, a través de esta peregrinación, dar testimonio del “amor misericordioso de Dios” en un mundo “profundamente turbado”. La estatua bendecida por el Papa será acogida en las distintas regiones de Italia durante tres días de celebraciones, con la participación de los jóvenes, los más pobres y los enfermos.