(zenit – 13 nov. 2020).- En el marco del fin de la Asamblea Plenaria, los obispos de México extendieron un mensaje de esperanza ante la grave crisis provocada por los efectos del COVID-19.
Celebrada del 9 al 12 de noviembre de 2020, la la CIX Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano estructurada en un formato 100% virtual.
Los prelados mexicanos se dirigen a la población “en medio de una crisis profunda, acentuada por la pandemia del COVID-19”, que llegó inesperadamente y que todavía hace estragos, pues “cada día aumentan los contagios y las muertes”.
Crisis
El texto apunta cómo la crisis ha afectado todos los campos de la vida: “una economía en decrecimiento y muchas empresas en quiebra; el sistema de salud con pocos recursos, con graves deficiencias; la realidad política de una democracia incompleta, con resentimiento social; un sistema educativo débil; la violencia se ha incrementado”.
A esta compleja situación, se añaden “los hechos constantes del narcotráfico y el crimen organizado, de las ideologías contra la vida que siembran desesperanza y descalificaciones. El cansancio, la soledad y desesperación aumentan cuando hay carencia de alimentos y medicamentos”.
Signos de esperanza
No obstante, para los miembros del episcopado “estas sombras, unidos a Cristo resucitado se transforman en “signos de esperanza”.
“Tantos hermanos que, aun en circunstancias de riesgo y miedo, como son: médicos, enfermeros y enfermeras, personal de limpieza, cuidadores, voluntarios, familias, empresas, sacerdotes, religiosas, diáconos, agentes de pastoral, en un servicio generoso en distintas actividades, son manifestaciones de la conciencia de ser familia, comunidad, de que vamos en la misma barca y nos ayudamos unos a otros”, señalan.
Palabras de consuelo y esperanza
Frente a estas circunstancias adversas, como pastores, “queremos dar una palabra de consuelo: ‘Que todos nuestros espacios eclesiales sean verdaderos oasis de misericordia. El trato respetuoso, la palabra amable, la escucha paciente, la preocupación sincera por el sufrimiento del otro, son lugares privilegiados para testimoniar la redención de Jesucristo’ (PGP 149)”.
También desean aportar una palabra de esperanza: “El Reino de Dios no es sólo una promesa futura para después de la muerte, sino una realidad que ha comenzado ya en la persona de Jesús. Esta realidad tiene valores concretos que pueden descubrirse en la vida de la comunidad: …en los pequeños pasos que se dan en una familia para vivir el amor y la paz, en los logros de los grupos humanos por tener sociedades más justas y fraternas (PGP 119)” .
“Iglesia en salida”
“Con nuestra palabra de consuelo, de esperanza y de aliento, seamos ‘Iglesia en salida’”, continúa el mensaje. De este modo, los obispos indican que es urgente establecer tareas específicas en el campo de lo social: “para los pobres y con los pobres, con el mundo del trabajo, con los empresarios, para la promoción de un desarrollo sustentable y socialmente responsable, ‘incorporando la Doctrina Social de la Iglesia como un eje transversal en la formación de los agentes de pastoral, en las catequesis ordinarias y pre-sacramentales de todos los fieles cristianos’ (PGP 176)”.
En este sentido, “en actitud de conversión pastoral”, llaman caminar juntos, “escuchándonos mutuamente y de corazón, sobre todo escuchando al Espíritu Santo que nos conduce y sostiene. Ejercitemos también una conversión ecológica, de una nueva actitud ‘con la hermana madre tierra’, como lo expresa San Francisco de Asís”.
Finalmente, en preparación a las elecciones políticas en el país el próximo año, “y siguiendo la inspiración del Papa Francisco, quien reitera que ‘la política es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común’ (FT 180), conozcamos y analicemos las propuestas de los candidatos a los puestos públicos y participemos con responsabilidad”, se lee en el comunicado.