(zenit – 24 nov. 2020)-. Con el fin de evitar aglomeraciones y frenar de este modo la propagación del coronavirus, la basílica nacional de Guadalupe permanecerá cerrada del 10 al 13 de diciembre, incluyendo los días de festejos por “Nuestra Señora”.
Tal y como han informado conjuntamente en una nota el Gobierno, la archidiócesis Primada y la Conferencia del Episcopado de México, es “importante enfatizar que las condiciones sanitarias que vive el país a causa de la COVID-19, no nos permiten en esta ocasión celebrar” a la Virgen “peregrinando juntos a su santuario”, y “el bien de todo el pueblo mexicano nos motiva a tomar medidas de contención para evitar que el virus se propague, con las graves consecuencias que esto traería”.
Invitación a seguir celebrando
Desde la Iglesia local mexicana se invita a que los “festejos guadalupanos” se realicen en las parroquias o en los hogares, “evitando aglomeraciones y con las medidas de sanidad correspondientes”. Con la misión de “acercar las celebraciones a los fieles”, la basílica nacional de Guadalupe ha elaborado un “amplio programa de actividades” que los fieles podrán seguir a través de la televisión abierta y también de Internet.
Asimismo, con la finalidad de conocer las medidas decididas y las actividades que se celebrarán en el templo de Guadalupe, se ha convocado a los medios de comunicación en una rueda de prensa conjunta que tendrá lugar hoy martes 24 de noviembre a las 12 horas, y que se podrá seguir por medio de las redes sociales.
El comunicado también ha informado que el Gobierno de la ciudad, en coordinación con la alcaldía, llevarán a cabo un “operativo de seguridad durante los días de cierre, que orientará a quienes acudan a las inmediaciones del santuario a conmemorar la imagen”.
Al pueblo de México
En la nota, las instituciones eclesiásticas firmantes recuerdan que desde el siglo XVI, “el Cerro del Tepeyac ha sido un punto de peregrinaje para millones de hombres y mujeres que han encontrado en la Virgen María de Guadalupe una maternal protección frente a las adversidades y una fuente de inspiración en los procesos sociales”.
Este 2020, prosiguen, “en particular, ha sido uno de los años más difíciles en la historia de nuestro país, por lo que es de entender que, como todos los años, millones de personas deseen acudir” a la basílica nacional “en busca de consuelo ante la angustia, desesperación y desamparo que se experimenta por la pandemia y otros males”.