(zenit – 26 nov. 2020)-. Nicaragua es uno de los tres países centroamericanos (Honduras y Guatemala) más afectados por los devastadores huracanes Eta e Iota que, en las últimas dos semanas, han dejado una estela de muerte y destrucción, causando cientos de miles de desplazados y decenas de víctimas.
Iglesia solidaria y cercana
La semana pasada el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua invitó a los fieles a dar su ayuda a los necesitados, en su homilía dominical, difundida por los medios católicos de la Conferencia Episcopal, desde su casa en Managua, pidió a los fieles “generosidad sin propaganda, humilde y sencilla, sin buscar ningún reconocimiento”.
El cardenal Brenes durante su intervención invitó además a colaborar en dos cuentas bancarias para apoyar a los sobrevivientes, dijo que las ayudas recaudadas serán entregadas al Administrador Apostólico de la diócesis de Siuna, Monseñor Pablo Schmitz, en la zona afectada por Iota y Eta, donde los más pobres y aislados de Nicaragua.
Mientras tanto en el occidente de Nicaragua, monseñor René Sándigo, obispo de León ha orientado que en las parroquias de los departamentos de León y Chinandega se realice este 29 de noviembre una colecta diocesana para los damnificados a la vez que ha orado ante los pies de la Virgen del Trono, patrona de Nicaragua por las familias damnificadas.
“Proyecto Ambiental de Nación”
Un llamado a hacer un “Proyecto Ambiental de Nación”, a cuidar el medio ambiente y ser responsables en la labor a favor de la casa común, hizo Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, al presidir la Misa en la Iglesia Catedral, donde además recordó que de alguna manera “somos responsables de la desaparición de ríos y quebradas”, que también han propiciado deslaves y desastres naturales en el país.
“Todos, desde nuestra particular condición, tenemos una cuota de responsabilidad sobre los efectos que evidencian un acentuado cambio climático. Somos responsables incluso de las cosas mínimas como, de la bolsa de plástico que se tira, o de la botella de plástico que de pronto sale de un vehículo, de un camión, de un bus, de la basura que lamentablemente encontramos en carreteras, caminos y calles de nuestros poblados y ciudades; de una o de otra forma hemos colaborado en la desaparición de las quebradas y ríos en donde juraron un día nuestros abuelos”, expresó el prelado.
Daños causados por los huracanes
La vicepresidenta Rosario Murillo informó que 160.597 personas necesitaron refugio tras el paso de Iota, lo que dejó al menos 21 muertos, según cifras del Gobierno, o 28 según informes de organizaciones de sociedad civil.
El 19 de noviembre, el ministro de Hacienda, Iván Acosta, destacó que Eta, cuyos daños se estimaron en 178 millones de dólares, destruyó 1.890 viviendas y causó daños parciales a otras 8.700 solo en el municipio de Puerto Cabezas (noreste de país).
Solidaridad pese a restricciones
Pese a la crisis social y política que vive el país, miles de fieles católicos de forma anónima se han volcado con sus parroquias a entregar enseres y productos alimenticios para los damnificados, ayuda que es canalizada a través de las Caritas diocesanas.
Un laico de la iglesia de Santo Domingo en las sierritas de Managua, que prefirió mantener el anonimato, dijo a zenit que “el Gobierno de Ortega jamás podrá con la Iglesia que es madre y maestra, Iglesia que se ha hecho pueblo con los sufrientes en la historia de Nicaragua, nosotros junto a los obispos somos solidarios como muestra de nuestra fe”.
En la catedral metropolitana de Managua, los donantes ingresaron directamente con sus autos en un punto del local donde los medios de comunicación no tenían acceso, para entregar sus aportes, debido al asedio constante que es victima la iglesia en el país.