(zenit – 9 dic. 2020).- El Papa Francisco concluyó el día de la fiesta de la Inmaculada Concepción saludando a los soldados que controlan la seguridad del Vaticano, un nuevo gesto del Papa que no estaba programado, informa Vatican News.
En el trayecto de vuelta al Vaticano, después del acto de veneración privada a la estatua de María en la plaza de España y de las visitas a Santa María Mayor y a la plaza de San Pedro, el Santo Padre detuvo su coche delante de la guarnición.
En ella se alojan los soldados italianos encargados de la seguridad de la Ciudad del Vaticano, pertenecientes a los Lancieri di Montebello. Francisco bajó del automóvil y saludó, uno por uno, a los soldados y graduados. Después de agradecerles su servicio, el Obispo de Roma les dejó un regalo.
De acuerdo al medio vaticano, los soldados vivieron con emoción este inesperado detalle del Pontífice.