Por: Tim Daniel
Fue en octubre de 2020 que el entonces presidente Trump comprometió a su país en la “Declaración de Consenso de Ginebra”, un acuerdo firmado por más de 30 países con cuatro objetivos muy claros: mejorar la salud de las mujeres, preservar la vida humana (también la del bebé aún no nacido y por tanto claramente contraria al aborto), fortalecer la familia como célula básica de la sociedad y proteger la soberanía de los países miembros contra las políticas globales que imponen agendas.
Por cuanto reporta el Center for Family and Human Rights (C-FAM) el presidente Biden comunicó a los signatarios de la Declaración que Estados Unidos rescinde su patrocinio y respaldo. “Al revisar la Declaración, tenemos reservas de que algunos aspectos del documento no son consistentes con las políticas de nuestra Administración actual, incluidas las relacionadas con la salud de la mujer, la igualdad LGBTQI y la igualdad de género”, dice la comunicación oficial. Y tajante sentencia: “En consecuencia, por medio de la presente, Estados Unidos, interrumpe nuestra participación en la Declaración de Consenso de Ginebra”.
La carta a la que ha tenido acceso C-FAM y que está firmada por Joe Biden lleva fecha del 28 de enero de 2021. Se trata de la acción ejecutiva denominada “Memorando sobre la protección de la salud de la mujer en el hogar y en el extranjero” e incluye el ahora financiar con impuestos de todos los estadounidenses abortos en el mundo.
Para la artífice de la Declaración, Valeria Huber, asesor del “Global Women´s Health” bajo la administración Trump, “La rápida retirada de la Administración de Biden de la Declaración de Consenso de Ginebra confirma que la doctrina del aborto de Biden es de importancia preeminente en su política exterior, ya que utiliza erróneamente la influencia del gobierno federal como un brazo de defensa de intereses especiales”.
Hasta el momento ningún otro de los países inicialmente firmantes de la Declaración del Consenso de Ginebra ha salido del grupo.